María, el ser humano, la Virgen sin pecado, la mujer en constante afrenta
María, el ser humano,
la Virgen sin pecado,
la mujer en
constante ofensa
María, acariciando a su hijo Jesús, de niño.
En la publicación anterior del blog, sobre la Virgen María, analizamos las manifistaciones Bíblicas, por lo cual es nuestra mayor fuente bibliográfica.
De modo coincidente, sale un documento del Vaticano. Tal instrumento divulga un análisis sobre la Virgen María, que los creyentes, tanto católicos como protestantes, tienen ya pleno conocimiento.
Los primeros divididos: un grupo defiende a la Virgen a ultranza, los maximalistas, o sea, quienes insisten en que, de la Virgen María, se debe decir lo más que se pueda, y siempre para bien e independientemente de la exaltación a venerarla. Otros indiferentes, que son la mayoría; y el grupo final, los minimalistas, es decir, aquellos que defienden que de la Virgen se “debe” solamente decir, lo que las Sagradas Escrituras narran de ella: por lo tanto, las exégesis serán las pertinentes a lo revelado.
Y en correlación a los protestantes, pues están convencidos de que aquel documento (Vaticano) afirma lo que el protestantismo defendió siempre. Pero nosotros nos referiremos única y exclusivamente a María, la fémina que fue elegida por Dios para que fuere y sea la madre de Jesús, el Dios Encarnado.
Yahweh, Dios. Ha ideado, no ahora, que el mundo está a la deriva, sino desde antes de la creación, aludimos a Su Plan de Salvación, el Plan de Salvación no solo para Sus criaturas, los humanos, también incluye la flora, la fauna y la biosfera, es decir el mundo entero.
Refiriéndonos en particular a la raza humana, María es pilar, eslabón y fundamento del Plan de Dios. De ella nación nuestro Salvador. Algunos dirán: Si no era María, pudo haber sido cualquiera. ¡NO!, la respuesta es teológicamente explicable: Dios la escogió por sus virtudes; y es indudable que nació sin pecado, aquel originado por Adán y Eva.
El Hijo de Dios debía nacer de una mujer virtuosa, sin pecado, pura, acrisolada, diáfana, inmaculada; era el mismísimo Dios, quien debía encarnarse: Jesucristo. Él es Santo y Perfecto; no podía permanecer y nacer de una mujer con pecado original. La madre de Jesús fue y es poseedora de cualidades excelsas, para educar a Jesús niño, y verter tales atributos era y fue una constante de amor filial, hasta que Jesús creció (12 años), ulteriormente Él se tornó Su maestro, y a partir de ese instante sustancial y Divino; María se sometió a su Dios, al Hijo de Dios y Dios mismo, el Mesías Prometido, nuestro Salvador, Jesús.
Similitud: así como en el Arca de la
Alianza estuvo Dios, también en el vientre de María estuvo Dios.
Número 7:89 Después de esto, Moisés entró en el santuario para hablar con Dios. Allí, desde la tapa del arca del pacto, donde están los dos querubines, Moisés oyó la voz de Dios.
Josué 20:27 Y los hijos de Israel preguntaron a Yahweh, pues el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días.
1 Crónicas 13-14 Y David no se atrevió a llevar el arca de Dios a Jerusalén, así que lo dejó en casa de Obed-edom, que vivía en Gat. El arca de Dios se quedó allí tres meses, y durante ese tiempo Dios bendijo a la familia de Obed-edom y todo lo que tenía.
*** Existe una constante y apasionada búsqueda del Arca de la Alianza; María fue el Arca de la Alianza para Jesús, el Cristo y Dios mismo; aun así, a menudo es vista con indiferencia. Algunos la desprecian, otros hacen de criticarla su pasatiempo oscuro, pero la gran mayoría la honra y la venera. Nunca debemos olvidar que en el vientre de María vivió Dios y fue ella quien lo alimentó, lo educó, hasta que Él se convirtió en su maestro, y pasó a estar sujeta a DIOS, o sea, a Su Hijo Jesucristo.
Dios la prefirió entre todas las mujeres del mundo. ¿Recuerdas quién es Dios? Sí, sí, ¡Dios! Yahweh Dios es el creador del universo, de todo lo visible e invisible. Sí, nuestro omnipresente Dios. Él la eligió, no organizó un casting, ¡no! Por lo tanto, y por tal razón, y sin necesidad de usar otras sabidurías Divinas, destacamos y en mayúsculas, que debemos respetar a María, a la Virgen María, por el solo hecho de que ¡¡¡Dios la escogió!!! Sí, el Dios al cual tú le pides bendiciones para ti y tu familia, todos los días. Ese Dios la seleccionó. Pero claro, es evidente que María también dispone de muchas virtudes y dones. Del resultado de tamañas evidencias, nos vino la idea de que, si Yahweh la favoreció, fue justamente por sus virtudes. Es una verdad insoslayable, recuérdalo.
Algunas veces y algunas mujeres la agreden
de modo descarado, y al denigrarla, paulatinamente, se va convirtiendo en una
mala costumbre. Existen más de 15 tipos o variedades de feminismo, dentro de
los cuales el ―feminismo cultural― podría irrumpir en su defensa, si quisiera, o mostrar o actuar con
sororidad hacia una mujer,
a una madre. Creemos que es menester señalar que el deber de cada una de
las mujeres, independientemente de que sean creyentes o no, es exigir a sus congéneres respeto
hacia María, la fémina.
No obstante, la Virgen María no es Diosa. Jesús es Dios, Yahweh el Padre de Jesús, es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Es menester no olvidar que a la Divina Trinidad debemos jurar: amor, honor, gloria y respeto. Y asimismo la Virgen María merece: amor, consideración y respeto.
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