PROPENSIÓN A LA IRA
PROPENSIÓN A LA IRA O RABIA O CÓLERA. Esta reflexión,
NO va en correlación con: “hijos de la ira”
Mini extracto de —hijos
de la ira—. Como resultado de la desobediencia de Adán, vino la condenación
para todos los hombres (Rom. 5:18). Por tanto, somos por naturaleza "hijos de ira",
es decir, estamos expuestos al justo juicio de Dios (Efe. 2:3).
Naturalmente no buscamos a Dios (Rom. 3:11)
ni podemos comprender las cosas espirituales de Dios (1 Cor. 2:14). Ya
que esta es la condición del hombre en su estado natural, es imposible que
alcancemos la salvación por nosotros mismos (Mat. 19:26). Es por esta
causa que necesitamos imprescindiblemente el don gratuito de la salvación (Rom.
6:23) que Dios otorga a los creyentes a través de la fe en la persona de
Jesús y Su sacrificio en la cruz. BPS
"Dios no nos ha
dispuesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo" (1 Tes. 5:9).
En la carta a los
Efesios, Pablo afirma que: "somos por naturaleza hijos de ira" (Efe. 2:3). Sin embargo: "Cristo,
cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos" (Rom. 5:6).
A causa del pecado
original, somos naturaleza "hijos de ira" , es decir, estamos bajo el merecido juicio
de Dios (Efe. 3:2).
La obra de Cristo quitó
la ira de Dios de modo que él, pudo pasar "por alto, en su paciencia, los pecados pasados"
(Rom. 3:25)
Predisposición a la ira
Jamás permitamos que la
ira nos domine, debemos manifestar siempre prontitud al perdón, de este modo no
daremos tiempo al diablo a que nos lleve a la venganza y a otros pecados.
Ya sea que
experimentemos enojo por motivos justos o injustos, la escritura nos advierte que
es válido enojarnos, pero no permitir que este sentimiento nos induzca al
pecado. Efesios 4:26-27 «No permitan que la
ira los haga cometer pecados»; que la noche no los sorprenda enojados. 27No
le den ninguna oportunidad al diablo para que los derrote".
Es apropiado enfadarse
ante la injusticia o las blasfemias contra Dios, sin embargo, el Señor nos
instruye:
Eclesiastés
7:9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo
reposa en el seno de los necios. Romanos 12:19-21"Mía
es la venganza; yo pagaré"
Dos sentencias referentes
a la paciencia y dominio interior frente a la ira en las cuales Yahweh nos
inculca a controlar y manejar la ira,
Salmos 37:8 Deja la
ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Colosenses 3:8 Pero ahora
dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca.
Y asimismo nos advierte
severamente:
Mateo 5:22 Pero yo os
digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera
que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que
le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
2 Timoteo
2:23-24 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas; tú sabes que
generan contiendas. Y el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable
para con todos, apto para enseñar, sufrido.
Más versículos sobre la ira: Link
Yahweh Dios nos
advierte sobre las graves consecuencias de la ira, y al mismo tiempo nos enseña,
a modo de prevención, que tomemos las precauciones espirituales que nos llevarán
a controlar la ira malsana, es decir un manejar la ira, cólera que solo produce
dolor a quien la padece y sobre quien recae; aquella ira intestina.
Juan 2:15-16 Y haciendo un azote de
cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció
las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas:
Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
He aquí una ira de provecho,
sana, objetiva (el Señor Jesucristo nos la dejó), sobre un suceso en particular,
que origina acciones correctivas,
las mismas que serán de beneficio espiritual y aprendizaje.
FILOSOFÍA DE LA IRA
Tomas de Aquino, Séneca
A
diferencia de los animales que se irritan y atacan a otros pero que acto
seguido pueden comer o volver a sus ocupaciones normales, en los humanos la ira persiste,
incluso mucho después de que la supuesta afrenta se cometiera.
Según la filosofía: la causa
fundamental de la ira es la percepción de estar siendo menospreciado;
la captación consciente de un menosprecio (parvipensio).
Y lo fundamentan por medio de la razón (área cognitiva): “el movimiento de ira
tiene su comienzo en la razón”. Y según como la perciba, la cognición, será
la colérica respuesta.
Aristóteles, afirma que
el menosprecio ocasionado por quien la provoca debe ser captado: racionalmente
como injusto por quien la padece. Por
lo cual: la ira es el deseo de devolver el daño causado.
Y afirman, la filosofía,
que es un elemento exclusivo de la naturaleza humana: una pasión del
apetito irascible […] que tiende a la destrucción de lo que es captado como contrario a lo querido o deseado”
Y dan un enfoque
positivo, no solo negativo: La ira como pasión puede facilitar la ejecución
de determinadas virtudes cuando el movimiento que desencadena se pone al
servicio de un fin racional, aumentando así la bondad de la acción
Conforme a la filosofía,
esta ve a la ira como pasión: aparece vinculada a otras pasiones sensibles, como
la tristeza o el miedo. Porque ante la insatisfacción que produce la privación
actual de un bien placentero –propio de la tristeza– o el rechazo de un mal
inminente e inevitable –propio del miedo– la respuesta subsecuente puede ser la
ira.
Naturaleza causal de la ira en Lucio Anneo Séneca
El filósofo romano
español afirma:
Con la ira, el ser humano se olvida de toda conciencia y de toda ventaja. Es
decir, ignora los peligros y los beneficios que le traerá comportarse
desenfrenadamente. En otras palabras, es una: Locura temporal.
Igual que Tomás de
Aquino, Séneca, afirma y sostiene que es necesaria la cognición, o sea, hacer
consciente el suceso externo para que se desencadene la ira.
Los recursos
contra la iracundia según Tomás de Aquino y Séneca
Cada individuo debe,
sobre todo, considerar de manera previa los desencadenantes de la ira, este es
el primer postulado de Séneca para prevenir la iracundia: debemos de modo
permanente vigilar todo lo que conscientemente nos desencadenará ira. Para que exista injuria, es necesario sentirse injuriado.
Por tal razón está en cada uno de nosotros dilucidar que podría agraviar y que
no: con este ejercicio mental es altamente probable controlar la ira malsana.
Séneca, afirma que el
mejor recurso profiláctico para la ira es —diferir el tiempo de respuesta—;
seguro el filósofo leyó la biblia donde Dios nos aconseja: —ser tardos para la
ira—. Es decir, no precipitarnos. Igual
le pasó al clérigo Tomás, él describe que la misericordia es: cierta
tristeza buena, y luchar contra la maldad: con serenidad es fruto
de un temor bueno.
LA IRA PARA LA PSICOLOGÍA
Evolución en el tiempo
de las palabras: pasión, emoción, sentimiento.
¿Que sería entonces la
ira?, una pasión, una emoción o un sentimiento. Podemos ir al diccionario y
este nos dirá que es un sentimiento. Pero, actualmente la psicología la ubica
dentro de las emociones, porque a los sentimientos los han catalogado como
básicos, incluso menos intensos, por ejemplo, la tristeza, el temor, la alegría.
Y hasta hace poco, quizás cincuenta años atrás, estaba dentro de la pasión. Hoy
se la considera como una emoción
intensa y no como un sentimiento pasajero. Significa que la ira es una emoción aguda, pero temporal; de
ahí que algunos la describen como una locura momentánea.
Sentimiento.
Es un estado del ánimo, no intenso y
de mediana o corta duración, un poco estable y algunas veces permanentes. Sentimientos básicos: alegría, temor, tristeza, insatisfacción.
Y casi siempre influyen en la percepción, sobre el prisma del ver o sentir los
sucesos acaecidos o sucediente a nuestro alrededor.
Las
emociones son estados intensos de nuestra afectividad, pero de duración breve. Por ejemplo:
la ira, el terror, la angustia, el odio. La ira, rabia o
cólera, es una emoción que brota, casi siempre, el instante mismo que quien la
sufre; previamente (experiencia), fue sometido a un evento que le genera
frustración y también cuando tal o cual suceso lo percibe como repulsivo. Para
que esto suceda hay una intervención directa del pensamiento, o cognición, es
decir el sujeto hizo consciencia de que el suceso fue o es la causa de la
frustración.
Sin embargo, tiene un lado positivo:
la ira podría
comenzar y conservar procedimientos de labor o de protección con agilidad, ímpetu
y intrepidez. La adversa notoriedad de la ira es que algunas veces, sino
siempre, se la confunde con agresión u oposición, pero no son sinónimos. Por
ser casi un acto de defensa de la personalidad, esta no lleva al rencor o al intento o al hecho de atacar.
Por NO ser la ira, un rasgo de
personalidad, es decir una forma de comportamiento estable (el ser o estar), esta emoción
temporal se la pude someter a un control consciente, la podemos manejar, de esta manera, podríamos encausarla positivamente.
Por ejemplo, cuando fracasamos en alguna meta loable; nos debería dar
cólera sana, motivadora;
será esta
misma ira alentadora
y nos impulsará hacia el objetivo
deseado.
CONCLUSIÓN
Yahweh Dios considera a la ira
pecado. Pero no cualquier ira; pecado será cuando se convierta en un yerro
malsano, en el momento en que se transforma en una ira nociva, mal
intencionada, por ejemplo, intolerante ante opiniones disímiles, en el
autoritarismo impositivo sobre a quien lo consideran débil, y con intensión de
sumisión. Cuando la ira es a consecuencia de la arrogancia, de una personalidad
petulante. En todas las ocasiones en que la ira no es correctiva; y en algunos
momentos donde su fin no es sano y enriquecedor al espíritu, a la inteligencia
y al crecimiento moral y psicológico. En aquellos casos, la ira es un pecado. Por
favor, vuelvan a revisar los versículos bíblicos descritos al inicio de esta
reflexión.
En
el caso de la filosofía y la psicología, las dos concuerdan que es una emoción
intensa pero temporal; y que podría causar daños a quien la padece y a
terceros. Ponen como solución, que quien no puede controlar la ira, busque en
su interior los generadores de ira y se anticipe a ellos; así de este modo,
pueden prolongar o desaparecer la ira, porque su pensamiento o cognición ya ha
preparado la respuesta pasiva. Es como el Señor Dios nos dice: ─sean tardos
para la ira─. ¿Cómo?, pues, enriqueciendo nuestro espíritu mediante el estudio
bíblico y sobre todo poner en práctica Sus enseñanzas. Y si sumamos a esto un
control de pensamiento, pues, tendríamos la solución a una emoción que puede
convertirse en dañina.
Hay que preocuparse cuando estemos frente a trances que incitan a la ira; sin embargo, dejaremos de preocuparnos, al momento de invocar el siguiente versículo y ponerlo en práctica aquel instante, ¿cómo? Dios te ayudará. El Espíritu Santo iluminará tu mente y todo tu ser; así podrás recordar esta enseñanza Suya: Juan 3:3 Jesús le respondió: —Te digo la verdad: el que no nace de nuevo, no puede tener parte en el reino de Dios—. Su significado es que, todos debemos llevar a cabo un cambio radical en nuestra mente, corazón y espíritu. Si eres creyente, y si quieres ser un buen cristiano y luego tener chance de no padecer la segunda muerte y vivir eternamente junto a Yahweh Dios; memoriza este verso y guárdalo en tu corazón; de esta manea tu mente estará despierta y atenta; tu corazón fortalecido por la Palabra de Dios y tu espíritu regocijado porque has vencido a la carne. Y si quieres tener un plus, reflexiona y pregúntate: ¿Qué haría el Señor Jesucristo en estos casos? E inmediatamente tendrás tu respuesta.
Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.
Juan 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
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