El sacrificio a Isaac 2ª parte
El sacrificio a Isaac 2ª parte
La fe es el emisor-receptor (cabezal) que une, sostiene y prolonga la firmeza del trípode espiritual. Confianza, humildad y obediencia, configuran las columnas del caballete. Tanto la confianza, la humildad, y la obediencia nos ordenan ser siervos e hijos adoptivos de Yahweh Dios. Y es en el cabezal (la fe) donde se afianzan la salvación y la vida cristiana. Si esta unidad espiritual la mantenemos sólida, podemos entregar el fruto de la cristiandad que, bien dirigida, —predicará sin hablar—; es decir, seremos ejemplo; como las experiencias del Patriarca Abrahán. En esta historia estamos viendo el epítome de una vida de fe, confianza, humildad y obediencia a Dios.
Gén 22:7 Dijo Isaac a su padre Abrahán: «¡Padre!» Respondió: «¿Qué hay, hijo?» —«Aquí está el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?» Gén 22:8 Dijo Abrahán: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.» Y siguieron andando los dos juntos. Gén 22:9 Llegados al lugar que le había dicho Dios, construyó allí Abrahán el altar y dispuso la leña; luego ató a Isaac, su hijo, y lo puso sobre el ara, encima de la leña. Gén 22:10 Alargó Abrahán la mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo. Gén 22:11 Entonces le llamó el Ángel de Yahvé desde el cielo diciendo: «¡Abrahán, Abrahán!» Él dijo: «Aquí estoy.» Gén 22:12 Continuó el Ángel: «No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único.» Gén 22:13 Alzó Abrahán la vista y vio un carnero trabado en un zarzal por los cuernos. Fue Abrahán, tomó el carnero y lo sacrificó en holocausto en lugar de su hijo. (…) Gén 22:15 El Ángel de Yahvé llamó a Abrahán por segunda vez desde el cielo Gén 22:16 y le dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahvé, que por haber hecho esto, por no haberme negado tu hijo, tu único, Gén 22:17 yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos. Gén 22:18 Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz.» (…) N.B. de Jerusalén.
Reflexionemos, sobre tres
posibilidades. Quizás, Abrahán, las tuvo en cuenta, cuando Yahweh Dios le pide
la máxima prueba de fe: sacrificar a su vástago Isaac. La primera:
Abrahán lleva a su hijo
Issac con determinación al sacrificio, a entregarlo en holocausto a Yahweh.
Indudablemente, su humano corazón estaría contristo, angustiado, con profundo
dolor; sin embargo, al mismo tiempo, siempre estuvo resuelto a obedecer a Dios.
Es la fe inherente e inmensamente profusa de Abrahán, que moviliza la
obediencia y la humildad. Y es su fe quien acrecienta también la confianza en
Dios. Esta confianza en Yahweh por fe, es muy probable que lo haya
llevado a recordar la historia de Enoc, reseña narrada por las tradiciones
judías orales. Al recordar a Enoc, trasladado al cielo en cuerpo y alma, nació
en él la esperanza de que su hijo recibiría este regalo de Dios para los
justos. La fe
proporcionaba a Abrahán seguridad absoluta en Dios. Yahweh había cumplido todas
las promesas a él hechas, así que, no tenía nada, de qué dudar. Incluso pudo
estar regocijado porque Issac su hijo, tendría el privilegio de ser trasladado
al cielo, en vida, como Enoc. Hebreos 11:5 "Por la
fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes
que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Porque antes de
ser arrebatado, fue alabado como alguien que agradaba a Dios". También podemos leer Génesis 5:24, Judas 14.
Segunda probabilidad. El blog cree que Abrahán no consideró que Yahweh podría revivir a Issac; pese a la mucha fe que poseía. ¿Por qué?, porque, para aquella época Dios, no había hecho milagros de esa naturaleza a hombre alguno. Debido a lo cual, Abrahán jamás hubiese podido valorar esa posibilidad, simplemente porque ningún humano experimentó ese regalo de Yahweh; Es decir, persona alguna fue resucitada por Yahweh Dios, para el Patriarca era desconocido esa posibilidad. Apocalipsis 20:12-13.
La tercera probabilidad es que, Yahweh Dios, esperaría hasta el último instante, para impedir que sacrifique Abrahán a su hijo Issac. Como en realidad sucedió. Historia relatada en las Sagradas Escrituras. Reflexionemos: La obediencia de Abraham, demostrada en estas citas bíblicas, se sustenta en su fe inconmovible. Y la fe del Patriarca siempre lo condujo a la diligencia, a obedecer a Dios con humildad y confianza. Y, como dijo Santiago en su epístola Santiago 2:20 “(…) la fe sin obras es estéril". Sin embargo, debemos tener cuidado en interpretar la afirmación de Santiago. No se refiere que debemos ser “buenas gentes” para hacer buenas obras; como, por ejemplo, dar caridad en los semáforos; Santiago NO se refiere a esta actitud. Si no, amar y creer en Dios y practicar sus mandamientos, esa conducta sí califica. Es decir, hay que tener fe; y producto de esa fe, practicar sus enseñanzas; este estilo de vida cristiana, verterán las obras a mostrar, y Yahweh Dios, las pondrá por justicia. Constatemos en las siguientes referencias: 1Samuel 15:22 (…) Entiende que obedecer a Yahweh es mejor que ofrecerle sacrificios, y que escucharlo con atención es mejor que ofrecerle la grasa de los carneros. Salmo 51:17 Los sacrificios que tú quieres son el espíritu quebrantado; tú, Dios mío, no desprecias al corazón contrito y humillado.
Pasemos a flexionar varios versículos, que, para el blog, son preponderantes hacia el futuro, como una especie de profecía, no obstante, sin llegar a hacer mensajes audibles; son más bien ejemplos de vida transmitidos por Abrahán, mediante testimonio de fe, obediencia, confianza y humildad; que nosotros deberíamos imitar y practicar.
Gén 22:12 Continuó el Ángel: «No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único.»
Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo,
sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas
las cosas? יהוה
Contrastemos los dos versículos Gén 22:8 y Rom 8:32. Muchos
exegetas sostienen que Yahweh Dios “salvó” la vida de Isaac; y lo contrastan
con Rom 8:32 “no escatimó en entregar a Su hijo, por los pecados del
mundo”. Nosotros, el blog, creemos que, Yahweh, al impedir el
holocausto, no es que perdonó la vida a Isaac, ¡no! Lo que hizo Elohim
fue,
no permitir el sacrificio, para que esta historia sucediera así, tal cual como
todos la conocemos. Su objetivo era encausar la formación y configuración de Su
pueblo. Estaban predestinados Abrahán, su hijo Isaac, su nieto Jacob y sus 12
bisnietos (las 12 tribus), para dar forma y configurar a Israel, el pueblo de
Dios. En tanto que la crucifixión de nuestro salvador, el Señor Jesucristo, no
tiene relación directa con el “no sacrificio” de Isaac. El Señor Jesús, en la
última cena, establece el nuevo pacto o
la nueva alianza, para todos los pobladores del mundo,
nos hace hijos adoptivos de Su Padre Yahweh. Es
decir, extiende la salvación para todos los seres humanos pobladores de la
tierra, pasados, presentes y futuros, no solo para hebreos o israelitas. Y esta salvación se da por la ceguera absoluta de los judíos,
al no ver al Señor Jesús, como el salvador espiritual de Su pueblo. No
obstante, ya teníamos las bendiciones de Dios, desde la promesa de Yahweh hecha
a Abrahán (Gén 22:18). El punto a definir es entonces: Abrahán no sacrifica a su
hijo:
por determinación de Dios. Debemos recalcar que, si bien no es una profecía propiamente
dicha, sí debemos considerar la totalidad de la vida del Patriarca como una
profecía; ¿por qué? Porque él predicó y profetizó con el ejemplo, muchos dirán:
—sin embargo, peco de varias formas y en diferentes
circunstancias, como por ejemplo con el faraón y su esposa Sara—; es cierto, pero en cada etapa de su vida, en especial en las
trascendentales, dio muestras de fe a toda prueba, obediencia ciega, abrazadora
humildad y confianza absoluta en Yahweh, el Dios verdadero. Su vida dedicada
a Dios es una suigéneris forma de profetizar. Resaltemos que, luego de este
sacrificio “no permitido”, ya no hubo más nada que Dios pudiese pedirle al
Patriarca. Esta es, y fue,
la preeminente prueba de fe a la que Yahweh sometió a Abrahán, de la cual salió airoso, y
es el ejemplo de fe, por excelencia, más trascendental para la humanidad. 1Pedro 1:21 (…) —porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo—.
Continuemos reflexionando dos versos
más:
Gén 22:16 y le dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahvé, que por haber hecho
esto, por no haberme negado tu hijo, tu único,(…)
Gén 22:18 Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz.» (…)
Es la primera vez que se menciona un juramento divino en la
Biblia. En este caso, Yahweh lo hace por Él mismo; ¿por quién más podría ser?
¿Acaso existe alguien por arriba de Él? Claro que no. Dios es el único Dios
eterno y verdadero, no existe otro dios más que Yahweh, Dios ubicuo y omnímodo.
Entonces Yahweh sentenciaba: —Por
mí mismo juro—. Y continúa. He aquí el más profundo reconocimiento de Dios a la
obediencia de Abrahán. Yahweh considera y valora, sobre manera, la fidelidad
del Patriarca, dándole el justo valor a la obediencia por fe, o a la fe que
produce acatamiento. Yahweh Dios,
como respuesta a la obediencia, premia con la gracia de la bendición a toda la
humanidad, la presente, de aquella época, y la futura. ¡Qué
gran ejemplo de Abrahán para las personas de los tiempos en que vivimos! Se
puede imaginar lo que podríamos recibir de Dios si fuéramos obedientes a Sus
enseñanzas y preceptos. Abrahán llegó a ser
un perfecto ejemplo de fe y de obediencia a las Sagradas Palabras de Yahweh
Dios. Referencias: Eclo 44.20; Sab 10.5; Heb 6.13-14
Dato incomprensible, para nuestra limitada comprensión:
Juan 8:56 —Vuestro padre Abrahán se regocijó pensando en ver mi Día;
lo vio y se alegró— Dice Jesús.
Podríamos dar o deducir varias explicaciones:
1 Melquisedec. Es posible que este ángel se lo haya hecho saber.
2 Varios ángeles visitaron a Abrahán.
3 Esta última posibilidad que describimos es la más apropiada para
nuestro exiguo entendimiento. Al morir Abrahán, fue llevado al cielo y ahí en el Reino Celestial, donde
el pasado, presente y futuro, son eternos Gén 25:8, Abrahán fue
testigo de la encarnación de Jesús Dios. Por tal razón, el Señor
Jesucristo, se está refiriendo a que Él y Abrahán están conectados en un nivel
insondable, que trasciende el tiempo y el espacio, más allá de lo que podemos comprender.
Conclusión:
Abrahán es el máximo
referente humano de ejemplo sobre la fe o tener fe. Es el hombre prototipo de
fe. El Patriarca sale triunfante antes los avatares en su recorrido hacia la
tierra prometida y su convivencia con los pueblos paganos, pasando por la
vivencia con el sobrino Lot, la historia del faraón, Ismael, Agar, Sara e Isaac. En cada
una de estas historias, que son profundamente humanas, el Patriarca da muestras
de poseer una fe indeleble y virtuosa. Jamás, claudico, fue fiel a Dios porque
lo ama con fe, confía, y es humilde ante su
Dios. Sigamos su ejemplo; por lo menos
imítamelos; de este modo, poco a poco iremos adquiriendo la fe de Abrahán; o
quizás nunca la tengamos a ese nivel, pero, por lo menos,
estaremos luchando por alcanzar la fe que necesitamos en nuestras vidas. Tengamos fe, confiemos, Yahweh Dios nos
retribuirá.
Hasta la próxima
publicación, hermanos, bendiciones.
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