El sacrificio a Isaac 1ª parte

El sacrificio a Isaac 1ª parte

Retrato: Abrán a punto de sacrificar a su hijo Isaac

Génesis 22: 1-19

Después de estas cosas, Dios tentó a Abrahán. Le dijo: «¡Abrahán, Abrahán!» Él respondió: «Aquí estoyGén 22:2 Después añadió: «Toma a tu hijo, a tu único, al que amas, a Isaac, vete al país de Moria y ofrécelo allí en holocausto en uno de los montes, el que yo te diga.» (…) Gén 22:6 Tomó Abrahán la leña del holocausto, la cargó sobre su hijo Isaac, tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.

 Contexto: Costumbres de pueblos paganos. Algunos quizás se cuestionen, por qué Abrahán obedeció a Yahweh sin preguntar y mucho menos discurrir. Razón humana tenía. Iba a sacrificar a su hijo, a Isaac. A Ismael, el primero, ya lo había perdido. Dentro de los revoltijos mentales de los humanos, era razonable preguntar a Yahweh Dios, ¿por qué? No obstante, hay argumentos de descargo; Abrahán, al tener vecinos paganos, colindaba con sus prácticas fuera de la ley de Yahweh. Estos pueblos practicaban de modo sucedáneo los sacrificios humanos a sus dioses y dentro de ellos sacrificar a sus hijos. Posiblemente por eso, Abrahán “tomó” la orden de Dios, dentro de las tradiciones de esos pueblos; pero Yahweh siempre los cuestionó, nunca los aceptó. Sin embargo, el pueblo judío también hizo sacrificios humanos, justamente por copiar costumbres de estos pueblos idólatras, e igualmente Yahweh desaprobó y castigó. Pero en este caso puntual, era el único Dios verdadero quien se lo pedía. Analicemos, dejando fuera el contexto geográfico, étnico e histórico. Pasemos a profundizar la relación personal que tenía Abrahán con su amigo, Yahweh Dios. 

 Abrahán tenía confianza absoluta en Yahweh. ¿Por qué? Nuestro Dios demostró a Abrahán, desde la tierra de Ur, que Él sí cumple sus promesas. Y desde esa primera orden de Dios, Abrahán obedeció. El Patriarca nació bendecido. Lo hemos podido estudiar y reflexionar desde que Dios ordena, abandone su tierra y la familia, Él promete que entregará tierra y sustento, y una descendencia tan numerosa como las estrellas de los cielos. Y así lo hizo. Después vendría el desencuentro con su sobrino Lot, que, gracias a Dios, tiene final feliz y para los dos. Ulteriormente ocurre la experiencia no agradable de Saray, el faraón y Abrahán; en esta historia disonante, Yahweh Dios no admite como pecado la conducta irregular del Patriarca. A posteriori, Abrahán obedece la orden de Dios, deja, partir o expulsa o deja libre a su hijo Ismael y la madre Agar; sin embargo, Yahweh Abba Adonay, dice a Abrahán que cuidará de ellos, por la promesa hecha, los asistirá; además, Ismael, tendrá una descendencia numerosa: Y Yahweh cumplió lo ofrecido. Por tales razones, más que evidentes, incuestionables e innegables, Abrahán no duda de Dios.

 Pero hay una razón mucho más importante, digna de ser copiada por todos. Que, para poseer una confianza a prueba de fuego, como la del Patriarca, debemos añadir "algo más". P. ej., analicemos desde la perspectiva humana. Cuando amamos a la persona que nos genera amor, es de esperar de ella reciprocidad a aquel amor vertido desinteresadamente. Abrahán, en su relación de amistad con Dios, así lo hizo. Siempre fue consciente de que Yahweh es el único Dios verdadero y lo adoró desde antes de partir de la tierra de Ur. Y producto de este amor a su Dios, nace la confianza, que lo lleva, de modo fehaciente, a que Abrahán, acreciente la fe que tiene, e igualmente aumentaba la confianza, y la manifiesta en acciones que tomó a cada orden de Dios. Abrahán es padre y madre de la fe. Hoy lo sabemos. Su fe inquebrantable vendrá entonces, acompañada de adoración, de confianza y de amor a Yahweh.

 En la actualidad, aunque no veamos físicamente a Dios, deberíamos estar seguros, por medio de la fe, que quizás lo estamos escuchando en nuestro sueño, o lo sentimos en cada acción de nuestras vidas, o es probable que los ángeles del cielo nos estén visitando, Hebreos 11:1, tener confianza es tener fe. Abrahán tiene muchas razones para tener fe y confianza. Cada una es producto de la adoración y amor a su Dios. Igual nos debería pasar a nosotros. Dios nos entrega bendiciones, no obstante, simplemente no la vemos o sentimos o lo que es peor, sabemos, pero endurecemos nuestro corazón y continuamos pecando, y fallamos. La cita bíblica del Señor Jesús, reviviendo a Lázaro, es reveladora. Juan 11:40Jesús le dijo: ¿No te he dicho que, si crees, verás la Gloria de Dios?

 Humildad ante el mandato. Santiago 4:10 Humíllense delante del Señor Dios, y Él los exaltará. A Abrahán lo adornaba la fe. Asimismo, y consustancial a ella, viene la humildad, actitud llena de sentimientos de obediencia y sumisión ante nuestro Dios. Sin embargo, debemos describir la humildad de manera muy clara, porque algunas personas confunden la humildad ante Dios y ante el hombre. Esta gente, quizás, por malas experiencias, tiende a desorientarse. Y los humanos embrollados tienden a la rebeldía, pero una rebeldía malentendida, concebida erróneamente; creen ellos que la pueden extender a Yahweh Dios. No obstante, la diferencia es eternamente abismal entre el hombre y Dios. Ningún hombre está por encima del Dios Verdadero, infinito e inmortal y sabio, creador de todo lo visible e invisible. Nadie, absolutamente ninguno lo está, estuvo o estará. Hermanos, es a Yahweh, a nuestro Dios y creador, al cual le debemos respeto, amor, adoración y actitud de humildad ante sus decisiones, Dios las toma para mejorar o iniciar nuestro crecimiento espiritual, Yahweh hace todo bien; y todo lo que lleva a cabo, es para que entendamos que, si obedecemos Sus mandamientos y seguimos Sus enseñanzas, ganamos la vida eterna en Su Reino Celestial. Pero la mayoría no lo entiende, y algunos, pese a que lo entienden, sucumben al pecado.

 Hay una realidad étnica religiosa que quizás pasa desapercibida para algunos que estudiamos las Santas Escrituras. Abrahán, una vez que llega al monte, donde Dios ha ordenado que haga el sacrificio de Isaac, decide lo siguiente. El Patriarca determina que sus asistentes lo esperen, no lo acompañen hasta el lugar del sacrificio. Padre e hijo llegarán solos al solar indicado. Es un detalle importante a tener en cuenta. Porque ellos y sus empleados vivián en una zona donde se acostumbraba a realizar sacrificios humanos. De este hecho en particular, nosotros, los del blog, creemos que Abrahán, toma dicha decisión, pensando en salvaguardar la perfección de Dios. Yahweh no la necesita porque es perfecto, pero Abrahán, como hombre, cree que sí. Debido a lo cual, resuelve proteger la petitoria de Yahweh Adonay, para que no sea malinterpretada por sus empleados, que finalmente son, igual que Abrahán, el pueblo escogido de Dios.  El enclave del sacrificio de Issac, fallido por orden de Yahweh, es el monte Moriha. Lugar donde está parte de la ciudad de Jerusalén actual. 2 Crónicas 3:1 Comenzó Salomón a edificar la casa de Yahweh en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.

 Otro detalle que debemos tener en cuenta para evitar confusiones, son las traducciones bíblicas tanto literales como alegóricas. Si valoramos esta referencia con precaución, esquivaríamos hacer juicios equivocados, o pensar que la biblia está errada o se contradice. Revisemos el tema. La biblia Reina Valera, publicada en 1909, y otras, P. ej., NBJ Jerusalén, relatan así Génesis 22:1 Y aconteció después de estas cosas, que tentó Dios á Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. (…).

 Entonces cabe la pregunta, por qué Santiago, el hagiógrafo, en su epístola lo relata así: Stg 1:13 Cuando alguien tenga una tentación, no diga que es tentado por Dios, pues a Dios no lo tienta la maldad ni tampoco él tienta a nadie. 14 Uno es tentado cuando se deja llevar por un mal deseo que lo atrae y lo seduce.

 La explicación lingüística la encontramos en la traducción literal de algunas versiones, donde los expertos traducen exactamente la palabra, en este caso “tentar". Sin tomar en cuenta el contexto y lo referido en el continuo de las Sagradas Escrituras. Pero eso no quiere decir que estén incorrectas; en particular, a nosotros nos encantan las traducciones literales, así nos “obligan”, a la investigación en otras biblias, donde la traslación es alegórica o simbólica. מַסָּה está en hebreo /en el idioma que fue escrito el AT) puede significar: Prueba, tentación, incitación. en el A.T. lo podemos leer en el Sal. 94(95):8. Revisemos el mismo versículo Génesis 22:1, pero en la versión Reina Valera Contemporánea. Después de esto, sucedió que Dios puso a PRUEBA a Abrahán, y lo llamó: «¡Abrahán!» Y él respondió: «¡Aquí estoy!». Y para subrayar el tema, Santiago nos describe claramente que, somos nosotros mismos, nuestra concupiscencia, la que nos incita a pecar. De ahí que, cuando confluye la tentación, más lascivia, generalmente nos dejamos llevar por ellas e incumplimos las enseñanzas de Yahweh. La tentación y los malos deseos son la ecuación maligna; de ella debemos protegernos, ¿cómo?, perseverando en Yahweh Dios. Revisemos versículos para ilustrar lo aseverado.    

Santiago 1:13 Cuando alguien tenga una tentación, no diga que es tentado por Dios, pues a Dios no lo tienta la maldad ni tampoco Él tienta a nadie14 Uno es tentado cuando se deja llevar por un mal deseo que lo atrae y lo seduce.

Romanos 7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

Salmos1:5
El SEÑOR
 DIOS prueba al justo y al impío, y su alma aborrece al que ama la violencia.

Santiago1:12
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que DIOS ha prometido a los que le aman.

Qué versículos más ilustrativos, absolutamente esclarecedores 

 En Hebreos 4:12La Palabra de Dios, no da para dudas, el lenguaje es literal  No es Dios quien tienta a nadie, somos nosotros con la concupiscencia a cuestas y el enemigo tentándonos (fórmula perfectamente perversa), la que nos lleva y acorrala a una vida desobediente a Yahweh. Nos esclaviza al pecado; y si nos dejamos llevar por esta ecuación inicua, será muy difícil salir solo, es imposible Juan15:5. Si podríamos salir, definitivamente se puede, pero con la ayuda de nuestro Dios Trino; porque para Dios todo es posible, Lucas 1:37. Así que, hermano, no desmayemos, el esfuerzo de perversas debe ser sincero, de este modo Sus enseñanzas y preceptos serán un camino de luz, no una carga Salmos 119:105. Abrahán lo hizo, y recibió su recompensa; aún consciente de que iba a sacrificar al hijo de promesa. El Patriarca estaba seguro, por su fe tatuada y encriptada en su corazón. Él sabía que su amigo Adonay, lo socorrería.

 Así como Abrahán, debemos mantener la fe. Es cierto que muchos no la tenemos como él. Pero, si nos esforzamos por ser obedientes con Yahweh, y asimismo, pedir en oración nos incremente la escuálida o robusta fe que tengamos, Él la agrandará Dt 4.29. Entonces Dios hará honor a Su Nombre: Yahweh Jireh o Dios proveerá. No lo olviden. 

Bendiciones a todos y hasta la próxima publicación.


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