Nacimiento de Isaac, Ismael y su madre, expulsados

 

Nacimiento de Isaac


Dibujo: Abrahán, Sara e Isaac

La elección libre de Dios.

 La Biblia atesora la Palabra de Dios; si la abres, el Señor Yahweh nuestro Dios, se revelará ante ti, podrás sentirlo. Es un libro ESPIRITUAL, no tiene enseñanzas creadas por humanos. A partir de esta exactitud, se debe, espiritualmente, analizar y reflexionar sobre cada párrafo de su contenido. Caso contrario, seguro nos confundiremos entre lo enseñanza de nuestro Dios perfecto y las interpretaciones imperfectas del hombre. Es Dios quien nos habla, es Dios el que elige el mejor tiempo para darnos bendiciones, es Dios quien determina el futuro. No debemos, jamás, decir por qué o por cuál, o quizás existan errores en el relato bíblico, NO. La biblia es inerrante. Dios, por su voluntad, es quien toma la última providencia. Y hoy veremos, precisamente, la historia, de Su pueblo, más poderosa para los creyentes de este mundo; y parecería no justa para algunos personajes, aparentemente; sin embargo, iremos descubriendo que, la decisión final de Dios, fue, es y será vital en los momentos de angustia. Leamos varios versos, donde resaltan la elección libre de Yahweh, no supeditada a nada ni a nadie. Dios es Dios, ubicuo y omnímodo, omnibenevolente. 1Pedro 2:13-25/1Samuel 16:1-13/Deuteronomio 7:18/2Samuel 24:11-17

Ahora paseos a la historia misma, Abrán, Saray, Agar e Ismael:

Gén 21:1-7

21 El Señor visitó a Sara y actuó en ella tal y como se lo había prometido. 2 Y Sara concibió y le dio un hijo a Abrahán en su vejez, en el tiempo preciso que Dios le había anunciado. 3 Al hijo que le nació a Abrahán, y que dio a luz Sara, Abrahán le puso por nombre Isaac. 4 Abrahán circuncidó a su hijo Isaac a los ocho días de nacido, tal y como Dios se lo había ordenado. 5 Cuando nació su hijo Isaac, Abrahán tenía cien años. 6 Sara dijo entonces: «Dios me ha hecho reír, y todo el que lo sepa se reirá conmigo.» 7 Y añadió: «¿Quién le hubiera dicho a Abrahán que yo, Sara, habría de amamantar hijos? ¡Pues le he dado un hijo en su vejez!»

 —El Señor Yahweh visitó a Sara—… así da inicio la cita bíblica del nacimiento de Issac. ¿Fue Dios mismo en persona quien lo hizo?, ¿fue un Ángel?, o el Señor Jesucristo, como muchos creen. Lo diametralmente cristalino es que, Yahweh, no lo es. La Biblia misma dice: a Yahweh Elohim Abba, nadie lo ha visto. Juan 1:18 Nadie ha visto jamás a Dios; (…). Los autores humanos que sirvieron de herramienta a Dios, lo describen de ese modo y Dios permitió sea así reflejado; por razones que solo Él las sabe. Pero se deduce al tenor de la cita de Juan, que es un ángel del Señor, como hemos visto en la anterior publicación. Pero la señal relevante es Dios cumpliendo Su promesa a Abrán. Y en este punto viene a dar exacto cumplimiento. De la unión legítima del Patriarca con Saray, nace el hijo de la promesa Gál  4:28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Sara pariría un hijo: Isaac. Y fue por medio de Isaac, que emergería un pueblo tan incontable de humanos (Gén 17:4), como la arena del mar. De la semilla de Abrahán.

 Sara siente inmensa felicidad, y así lo exterioriza. Con alegría, riendo. Sara sentencia que, todo el que sepa que tuvo y dio un hijo en la vejez, reirá con ella. Issac significa: reír. Dios predeterminó su nombre, hizo saber a Abrahán que ese debe ser el sustantivo propio del hijo de la promesa. Y Abrahán cumplió y obedeció a Yahweh; circuncida en el día ocho después del nacimiento, y bautiza a su hijo como Yahweh lo ordenó. Da fiel cumplimiento a todo, por fe. Fe, porque cree en la existencia de Dios, fe, en la presencia de un Dios vivo y que jamás miente. Yahweh cumple lo que promete. Nosotros, aseguramos que Sara recurrió a la autoironia, esto es, ella, a sabiendas de la promesa de Dios, en permitirle procree un hijo a sus 90 años, aun así, se burla de sí misma, adelantándose a las habladurías y comentarios de sus empleados, sirvientes y esclavos (Gén 21:7). 

Expulsión de Agar e Ismael.

Dibujo: el ángel de Dios, rescatando a Ismael y a Agar

Gén 21:8-21

8 El niño creció, y fue destetado. El día que Isaac fue destetado, Abrahán ofreció un gran banquete. 9 Pero Sara vio que el hijo que Agar, la egipcia, le había dado a luz a Abrahán se burlaba de su hijo, 10 así que le dijo a Abrahán: «Despide a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de una sierva no va a compartir la herencia con mi hijo Isaac.» 11 Estas palabras le parecieron muy preocupantes a Abrahán, por causa de su hijo. 12 Pero Dios le dijo a Abrahán«No te preocupes demasiado por causa del niño ni de tu sierva. Hazle caso a Sara en todo lo que te diga, pues por medio de Isaac te vendrá descendencia; 13 aunque también del hijo de la sierva haré una nación, porque es descendiente tuyo

 La tradición de los beduinos consiste celebrar el destete de los niños. ¿A qué año de nacido el niño?, es discutible, se cree, según los expertos, podría ser en un rango entre los 3 años y 6 años. Y siempre acompaña de fiestas, en honor al destetado. ¿Por qué tanta algarabía? Es posible que, dada la alta mortalidad de los recién nacidos en aquella época, pues había que celebrar la sobrevivencia del niño, dada la poca salubridad de esos tiempos. O, simplemente, era una costumbre enraizada, Sabrá Dios desde cuándo, los habitantes del desierto la practican. Tradición que la mantienen hasta la fecha.

 Es justamente el momento del festejo, que se produce el punto de inflexión para tres religiones, judía, cristiana e islámica (Gén 21:9 Pero Sara vio que el hijo que Agar, la egipcia, le había dado a luz a Abrahán, se burlaba de su hijo).

 Obviamente, la burla de Ismael a Isaac recién nacido, no iba a pasar desapercibida. Sara no iba a permitir aquel agravio. Sin embargo, analicemos un pelín más. Otras versiones bíblicas no traducen como —burla—, sino como —juego—, y son tan antiguas como el año 300 después de Cristo; no obstante, los expertos bibliólogos y teólogos afirman que no era un juego típico de los niños, sino más bien un juego con matices irónicos. Es de creer que, si fueron solamente juegos, pues Sara no hubiera pedido lo que va a solicitar, ni Dios lo hubiera permitido. Siendo una historia del pueblo escogido por Dios, pues tiene Sus directrices evidentes. Después de la ofensa, Sara exige a su marido Abrahán que expulse a Agar e Issac de sus dominios. Otros expertos dicen que, insta a Abrahán la deje “libre”, es decir, la envíe al desierto como mujer libre; y otros afirman que Sara demanda, sea a consecuencia de lo uno u lo otro, que Issac, no comparta la herencia con Ismael. El blog se decanta por estas dos últimas opciones, Sara pide libertad para Agar y desheredar a Ismael. Sara se refería a la herencia de bienes materiales, que fueran estos los no heredables. Sin embargo, Dios vigilaba la promesa de heredad que dio a Su pueblo por intermedio de Abrahán, el legado debía llegar desde el hijo legítimo Issac, es decir, de la esposa. Yahweh Dios se refería a una herencia Espiritual, ser hijos de Yahweh, producto de la promesa, es decir, por medio de la descendencia de Abrahán y Sara Gálatas 4:21-27. Debido a lo cual, Yahweh Dios ordena a Abrahán que deje libre a Agar e Ismael. Abraham sentía cariño hacia su hijo, sin embargo, por instrucción Divina, accedió a la pretensión de Sara. Siempre el patriarca vive, vivió y vivirá, de la fe y de la Previsión Divina. El Patriarca, como humano imperfecto, y también como amaba a su hijo Ismael, pues ha vivido un poco más de 13 años con él, decide entregar, para su supervivencia, pocas provisiones, queriendo, quizás, con ellos, que Argar se mantenga cerca de él y así poder salvar a madre e hijo. Pero Dios ya había previsto y Su intervención será sobre la marcha.

 Asimismo, la promesa, llamada Alianza Abrahámica, concierne al Mesías prometido (venidero), que esperaba Abraham (Juan 8:56) debe cumplirse. Y por otra parte la promesa es muy bien descifrada y explicada por San Pablo en Gálatas 4:21-31, donde, simbólicamente, compara al pueblo judío, allí congregado, como los hijos de la esclava. —Sí ellos (los judíos) se mantienen en no creer en el Señor Jesús y continúan profesando que la única forma de salvarse es cumpliendo los Diez Mandamientos o la Ley, que son imposibles de cumplir a los humanos; pues no serían descendencia de Abrahán. (Romanos 7:1-25; si hicieron click, entraron y leyeron, se habran dado cuenta que la ley, “u obrar según la Ley”, debe ir acompaña de la fe, lo afirma Santiago 2:17-26; deben ir juntas, la una sin la otras no aportan nada a la salvación del humano; Pablo en la carta a los Romanos capítulo 7, que hemos denotado, no usa lenguaje alegórico, sino más bien una especie de parábola o ejemplo ilustrativo). Siendo así, pues no son hijos, los judíos, de Abrahán ni de Isaac ni de Jacob, sino hijos de la esclava—.

 De esta burla o juego sarcástico de Ismael a Isaac, nace la gran diferencia, entre la religión judía, cristiana e islámica. La primera no cree que El Señor Jesús es hijo de Dios. Tampoco los Islamistas, lo creen, más bien lo tienen como profeta. Y los cristianos creemos por fe, que el Señor Jesucristo es Hijo de Dios y nuestro salvador. Hechos 16:30-33. Y Dios mismo. ¿Por qué sucede, en esencia, estas abismales diferencia?, solo Dios lo sabe.

Dios protege a Agar e Ismael

 Los siguientes versículos relatan la expulsión o la decisión de Abrahán de liberar a Agar e Ismael, por orden Divina. Haya sido a consecuencia de cualquiera de estas dos razones, Yahweh Dios, ha previsto. Y fue en ayuda de Ismael y su madre. Leamos y reflexionemos:

Gén 21: 9:21

14 Al día siguiente Abrahán madrugó, tomó pan y un odre con agua, y luego de ponérselo a Agar en el hombro, le entregó el niño y la despidió. Y ella salió y anduvo sin rumbo fijo por el desierto de Berseba. 15 Cuando le faltó agua al odre, tendió al niño bajo un arbusto 16 y fue a sentarse frente a él a la distancia de un tiro de arco, pues decía: «No quiero ver cuando el niño muera.» Ya sentada frente a él, prorrumpió en llanto. 17 Pero Dios oyó la voz del niño. Entonces el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No tengas miedo, que Dios ha oído la voz del niño ahí donde está. 18 Vamos, levanta al niño y sostenlo de la mano, porque yo haré de él una gran nación19 Y Dios le abrió los ojos, y ella vio un manantial; entonces fue y llenó el odre con agua, y le dio de beber al niño. 20 Y Dios estaba con el niño, y éste creció y se estableció en el desierto, y fue tirador de arco. 21 Ya establecido en el desierto de Parán, su madre tomó para él una mujer de la tierra de Egipto.

 Tres puntualizaciones a destacar. 1.- Abrahán entregó pocas provisiones, pese a ser un hombre rico, ¿a qué se debió? Podría ser: a) quería salir en ayuda de su hijo y la madre. Y b) por fe, estaba seguro de que Yahweh Elohim, los socorrería. 2.- a) Agar, como humana, desfallece, pierde la esperanza y se retira para no ver morir a su hijo. b) Yahweh, dice, (…) No tengas miedo, que Dios ha oído la voz del niño ahí donde está (…). 3.- Yahweh Dios, salva al niño y a su madre y hace un pueblo inmenso por medio de él: Ismael.

 En el primer punto, a destacar es la fe y enfáticamente. Abrahán es padre y madre de la fe, la cual, todos los creyentes, debemos tener, cultivar y pedir en oración a nuestro Padre, la incremente. 

 En el segundo, vemos, como el Ángel indica, no tengas miedo, porque Yahweh desde el cielo y donde quiera que los humanos estemos, Elohim escucha nuestras angustias, llantos y peticiones. Y Él, por su libre y Santa voluntad, las llevará a cabo; y será una realidad conforme a nuestras justicias; en otras palabras, si la merecemos o no. Entonces, hermanos, si perseveramos en Dios, nos colmará de bendiciones… No tengan miedo…

Yahweh, también cumple la promesa Abrahán, cuidará de su hijo Ismael. Lo convierte en guerrero poderoso, arquero, vivirá en el desierto, la razzia y la astucia, serán sus herramientas de supervivencia, será un onagro humano, indómito; se casará con una egipcia, de la tierra de su madre.

 Y Tercero, Yahweh Dios, una vez más, cumple Su promesa a Abrahán, Su amigo. Y así, por intermedio de él, nacerán todos los creyentes del mundo. Por tanto, debemos ser nosotros, quienes, por orden del Señor Jesucristo, Hijo de Dios y Dios mismo, salgamos a predicar Su Palabra a todos los confines de la tierra, nos corresponde. Marcos 16:15 Jesús les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la buena noticia de salvación a toda la genteDebemos estar seguros de que la libre voluntad de Dios nos protegerá, siempre y cuando perseveremos en Él con fe. 

Hasta la próxima publicación, Dios los bendiga.

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