Abrán en su punto de inflexión
Abrán y Lot. 1ra Parte
Capítulo 13
Gén 13:8
Dijo,
pues, Abrán a Lot: «No haya disputas entre nosotros ni entre mis pastores y tus pastores, pues somos hermanos.
Gén 13:10
Lot levantó los ojos y vio toda la vega del Jordán, toda ella de
regadío —era antes de destruir Yahvé Sodoma y
Gomorra—, como el
jardín de Yahvé, como Egipto, hasta llegar a Soar.
Gén 13:14
Dijo Yahvé a Abrán, después que Lot se separó de él:
«Alza tus ojos y mira desde el lugar en donde estás hacia el norte, el
mediodía, el oriente y el poniente.
Gén 13:15
Pues
bien, toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia por
siempre.
Gén 13:16
Haré
tu descendencia como el
polvo de la tierra: tal que, si alguien puede contar el polvo de la
tierra, también podrá contar tu descendencia.
Gén 13:17
Levántate,
recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a
ti te lo he de dar.»
En la publicación anterior señalamos que, Yahweh Dios,
—sabía— que Abrahán, despuntaría como un hombre de fe, justo y obediente. Este
señalamiento es importante destacar porque Dios es omnisapiente, en otras
palabras, Dios lo sabe todo, obviamente el
futuro. Es radical creer esto, porque Él escogió a Abrán para que sea la
semilla de Su pueblo. Pese a que, era pecador como todos los humanos, pasados,
presentes y futuros. Expongamos el tema de este modo. Varias denominaciones
puntualizan que Abrán desobedeció a Dios, en dos puntos sustantivos:
I. Llevó a su
Padre y Lot a cuestas, a pesar de que Dios, ordenó
no llevar a la parentela, a Canám.
*** Precisemos detalles. Pariente,
definitivamente, también es Sara, su esposa. Por lo tanto, debió dejarla, sin
embargo, la lleva. ¿Por qué?, ya lo veremos. El padre de Abrán, Taré, es importante, porque nos enseña
sobre el patriarcado de aquella época y Abrán lo ha ejercido hasta la
actualidad. Es cierto que no existe historia de Taré posterior a la ciudad de
Harán, donde murió. Pero Dios sí que lo sabe.
Él preordinó que así fuera. Y por fe debemos aunarnos a Sus decisiones.
El blog, señala verticalmente, que no conocemos
o sabemos todo de Yahweh. Y gracias a Dios que es así. Es diametralmente
importante, decidor y satisfactorio, ignorar, como en realidad desconocemos,
muchos misterios de Yahweh. Recapacitemos: ¿De qué serviría, al humano,
percatarnos todo de Dios?, pues, de nada positivo, ¿por qué?, porque seguro nos
llevará a que, aquel dios que adoraríamos, es igual de limitado que nosotros,
en todos los sentidos y estar solventes cognitivamente, p. ej., —¡por qué creó
Yahweh el universo!—, no nos ayudará en nada. La fe en Dios, es nuestra fortaleza, creemos por
fe (2Corintios
5:7).
En cambio, no saberlo nos enriquece espiritualmente.
Existen y existirán muchos misterios que nuestro entendimiento humano jamás
podrá dilucidar. Visto desde este prisma, la ignorancia teológica, en muchos
puntos, como los hay en realidad, nos vuelve rescatable a Su amor. ¿De qué me serviría
tener un dios igual a mí, a nosotros?, sabiendo lo que somos, pecadores, no
confiables, etc. Los integrantes del blog no queremos un dios limitado e
imperfecto. Queremos a Yahweh Dios, como nuestro Dios único y verdadero:
Omnisciente, todopoderoso, omnímodo, ubicuo. El desconocimiento nos vuelve
humanos, finitos, carne, por lo tanto, frágiles ante el pecado. La fe en Dios
nos convierte en hijos y nos fortalece. Yahweh nos rescata porque nos ama.
II. Sara y Abrán
en Egipto. En este particular, él cedió a su
esposa, al faraón. Episodio poco comentado.
*** este tema lo
flexionamos la publicación anterior.
En medio de estas transgresiones especificadas arriba,
Yahweh Dios, lleva a cabo el plan que tenía para Abrán.
1. no lo castiga ni
por el punto número uno ni por el punto número dos. Todo lo contrario.
2.
YAHWEH celebra con Abrán tres pactos:
a.- su
descendencia será el pueblo de Dios. Y para que se cumpla Sus designios, en la
ancianidad, él y Sara serán padres de Issac.
b.- poseerá la tierra prometida.
c.- mediante el
símbolo de la circuncisión, plasma Su pacto con Abrán. Asimismo, aguarda Dios
esperanzando, surja un pueblo obediente, fiel y de fe.
III. Por último,
bendice a Abrán, para que salga triunfante en la batalla contra los cuatro
reyes: Amrafel, Arioc, Quedorlaómer, y Tidal. Éxito que salvará a Lot del
cautiverio.
Exegesis del blog:
Yahweh Dios, a partir del versículo 8,9,10,11 del
capítulo 13 del libro del Génesis, empieza a entregar al Patriarca responsabilidades de líder
después de la espontánea generosidad de Abrán hacia Lot, su sobrino. Esta obra
desinteresada lo fortaleció ante los ojos de Yahweh, pese a que Dios sabía, la
clase de hombre que se iba construyendo en Abrán, hasta convertirse en
Patriarca Génesis
13:8. El beduino Abrán se redimió ante Yahweh; se volvió
líder y una persona digna de fiar; tanto lo fue, que se convirtió en amigo de
Dios (Santiago 2:23 Y se cumplió la Escritura que
dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por
justicia, y fue llamado
amigo de Dios). Nosotros, ¡sí podemos llegar a ser
amigos de Dios! Solo debeos perseverar en Sus enseñanzas, preceptos y amarlo
por sobre todas las cosas.
En Génesis
3:10; Abrán exhorta a su sobrino a tomar una decisión, y
da la opción a Lot, escoja él primero, el lugar para su residencia; y establezca
cultivos, viviendas en aquel lugar, sitio donde permanecerá su familia,
empleados y esclavos. Con el único fin de evitar confrontaciones entre
parientes y más agregados. Lot, después de tan magnánima actitud de Abrán, elige
las planicies del Jordán, al sur del mar Muerto; eran las tierras más
fructíferas y apetecidas. Sin embargo, aquellas, desgraciadamente, estaban
cerca de Sodoma y Gomorra, ciudades paradigmas de maldad. Tal decisión afectará
la vida de Lot y su descendencia; para y hasta la posteridad; quedando en los
anales de las historias bíblicas difíciles de dilucidar. Quizás la ilustración
más cómoda para comprender sería decir que, como los humanos somos pecadores, y
ellos no eran la excepción, por lo tanto, pecaron y con creces. No obstante,
pecaron basadas en hechos reales, pero desajustadas de eventos que continuaron
ocurriendo. Esta historia, en detalle, será abordada más adelante.
Génesis
3:15. Desde este verso del Génesis hasta el versículo 18,
Yahweh Dios, promete a Abrán que, toda la tierra que aquel momento contempla,
será para él y su descendencia a perpetuidad. Lo dice claramente este paraje
bíblico. Y, en realidad lo fue por muchos años…, no obstante, las infidelidades
a Yahweh, la idolatría, corrupción, falsos profetas e injusticias,
llevaron a recibir castigos, desde destierros, guerras con pueblos vecinos
interminables, esclavitud, huérfanos de profetas y otras. Aun así, Dios
Sabaotht los perdonaba y los rescataba, en especial cuando el profeta imploraba
el perdón de Dios. Hasta el nacimiento del Señor Jesús, el último profeta de
Dios, mediante el cual se comunicaba con Su pueblo, fue Miqueas. (Miqueas
5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña
para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel;
y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad).
Israel pasó 700 años, desamparado de profetas, sin tener quien les comunique el
mensaje de Dios.
Pese a que está escrito y profetizado en el AT, la
venida del Cristo, los judíos no pudieron reconocerlo. Ellos esperaban un
Mesías guerrero, aguardaban, que los libere de la esclavitud de Roma. Y así
fue, no para todos los judíos claro. Nació el Señor Jesús en este mundo, Dios
hecho hombre, Él fue y es el Mesías guerrero, pero guerrero espiritual, que
murió por nuestros pecados. Aun así, ellos, hasta la fecha, no aceptan al Señor
Jesucristo como el enviado de Yahweh.
Reflexión
contemporánea
En la actualidad: ¿es de Israel, realmente, la tierra
que Dios les prometió? No, rotundo. Y la causa no es porque Dios falta a Sus
promesas, tampoco Dios miente. Si no que, el pueblo escogido, algo debe estar
haciendo mal, este que lo aleja de ser beneficiarios de la promesa. Y la
respuesta obvia es: NO
reconocer al Señor Jesucristo como el Mesías prometido, nuestro salvador,
e igualmente de ellos. Recapacitemos sobre pocas citas bíblicas copiadas abajo
del párrafo. —Recomendamos leer todo el capítulo 11 de la carta a los Romanos—.
Romanos 11:1
Y
pregunto yo: ¿Es que ha rechazado Dios a su pueblo?
¡De ningún modo!
¡Que también yo soy israelita, del linaje de Abrahán, de la tribu de Benjamín!
Romanos 11:2
Dios no ha rechazado a su pueblo, a quien conoció de antemano. ¿O es que ignoráis lo
que dice la Escritura acerca de Elías, cómo se queja ante Dios contra Israel?
Romanos 11:3
¡Señor
Yahweh!, han
dado muerte a tus profetas; han
derribado tus altares; y he quedado yo solo, y acechan contra mi vida.
Romanos 11:4
Y
¿qué le responde el
oráculo divino (Yahweh el Sadday)? Me
he reservado siete mil hombres que no han doblado la rodilla ante Baal (dios
pagano de piedra).
*** Podemos leer
aquí, que Dios no ha olvidado a su pueblo. Exige de ellos, coherencia
teológica. En el AT, están extremadamente diáfanas las referencias proféticas
del nacimiento del Señor Jesús. Señalan que nacerá en Belén, morirá en la cruz,
etc. Pero el pueblo escogido, aún siguen sin reconocerlo, son duros de cerviz (Hechos
7:51), como dice Yahweh. Voy a incluir varias citas que
refrenan lo aseverado por el blog.
Dios habla a la serpiente después de que Adán y Eva
comieron del fruto prohibido: Génesis 3:15
"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su
simiente; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar"
Meditemos. Primera profecía entregada al hombre por el
mismísimo Yahweh Dios, creador de todo el universo. Aquí Yahweh rubrica como
nacerá Su hijo en el mundo, y será por intermedio de una mujer, y obrará Su
simiente aniquilando al maligno.
Génesis 49:10 “No será quitado el cetro de Judá,
ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se
congregarán los pueblos"
Otra profecía. El Señor Jesús vendrá de la tribu de Juda, como
podemos ver en la genealogía tanto del José como de la Virgen María.
Ezequiel 37:24-25: "Mi siervo David será rey
sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo
pastor; andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los
pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual
habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos, y los hijos de
sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para
siempre".
La exegesis de este versículo es una promesa; el
Cristo, el Mesías, el Ungido, restauraría a Israel y será su rey y pastor.
Podemos darnos cuenta de que la profecía señala la restauración de Israel bajo
la guía del Mesías.
Sin embargo, el pueblo escogido, no lo ha reconocido
ni lo reconoce hasta la actualidad, es más, lo rechaza de plano; incluso cuando
estuvo con nosotros, planificaron su muerte, hasta conseguirlo. No obstante, el
inmenso amor de Dios Jireh, los salvará. Rom 10:21
Mas
a Israel dice: Todo el día extendí mis manos hacia
un pueblo incrédulo y rebelde.
Bendiciones, hermanos, hasta a la próxima publicación.
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