El arca, Noé y su descendencia
El Pacto de Dios con Noé (con el hombre).
Foto #1. Monte Ararat, posible ubicación del Arca
Introducción
Reflexionemos. El motivo del diluvio fue a
consecuencia de la maldad del hombre, y junto con él, arrastró a la naturaleza
en general; solamente los animales acuáticos, como su nombre lo indica, donde
su habitad es el agua, no estuvieron refugiados en el arca. Revisemos,
someramente, Génesis 1, versos, 1,8,6,7. En el verso primero, Dios crea los
cielos y la tierra, no crea el agua, quiere decir que el agua la creó antes o
ya existía junto a él, o sea, es intemporal, la última aserción es autoría
exegética del blog, aunque parezca redundancia, es verdad teológica. Luego el
verso dos confirma lo aseverado, el Espíritu de Dios aleteaba sobre la faz de
las aguas. Y de los versos seis y siete, relucimos como una de las muchas
explicaciones humanas, es que, todo el universo ya creado estaba rodeado de
agua, de ahí las separaciones hacia arriba y hacia abajo. Entonces cuando en
Génesis, capítulo ocho, versos dos, dice: se cerraron
las fuentes del abismo y las cataratas del cielo, es textual, era necesaria una gran cantidad de agua para sepultar de
líquido la faz de la tierra, y así sucedió. Claro que para Dios nada es
imposible, pero disponiendo Yahweh del agua que cubre el universo, solamente,
abrió las magnas fuentes y castigó a los inicuos.
Génesis
1:1 En el principio creó Dios los
cielos y la tierra.
1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. (…)
1:6 Luego dijo Dios: Haya
expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
1:7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que
estaban sobre la expansión. Y fue así.
Primera parte
Capítulo 8. Al 8:21,
poner especial atención
Gén 8:2 Se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos, y se detuvo la lluvia de los cielos.
Gén 8:20 Noé edificó un altar al Señor y,
tomando de todo animal
limpio y de toda ave limpia, ofreció en el altar un
holocausto.
Gén 8:21 Al percibir el Señor ese grato olor,
dijo en su corazón: «No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque desde
su juventud las intenciones del corazón del hombre son malas.
Y tampoco volveré a destruir a todo ser vivo, como lo he hecho.
Gén 9:1 Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.
Gén 9:12 Y dijo Dios:
Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo
ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos:
Gén 9:13 Mi arco he puesto en las
nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la
tierra.
Es la primera vez que en la Biblia se habla de una alianza de Yahweh Dios con los hombres. Este detalle es importante, porque luego vendrán miles de gracias hacia su creación, hacia su primer pueblo, Israel, y luego a todos los pueblos de la tierra, gracias a la bendición a Abraham. En el verso 21, Dios promete no maldecir otra vez a la tierra ni aniquilar a los seres vivos. Pedro en su epístola, nos recuerda, 3: 6 y 7: "… el mundo de entonces fue destruido, siendo inundado con agua; pero los cielos y la tierra actuales están reservados por Su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos."
Sin embargo, no debemos desanimarnos, Dios es
misericordioso. Así, igual que Pedro, San Pablo también recuerda, la
consecuencia Divina, al hombre que lee las Santas Escrituras, Romanos 15:4 "Porque
todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para
nuestra enseñanza se escribió, a fin de
que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos
esperanza”.
Génesis 9
A. Bendición de Dios a Noé y sus hijos. Génesis 9:1-17
Gén 9:1 Dios bendijo a Noé y a sus hijos,
y les dijo: «Reprodúzcanse y multiplíquense: ¡llenen la tierra!
Dios, mediante Noé hizo un pacto con toda la
humanidad, Yahweh Dios, no extinguirá a la naturaleza ni al hombre con agua, y la
alianza a cumplir por parte de los humanos es:
a.- Yahweh Dios, prohíbe comer
sangre. En la sangre está la vida. Gén 9.4, Lev 17:10,
Deu 12:23
b.- Yahweh Dios, permite
al hombre comer animales y vegetales. Gén 9:2-3
B. La maldición de Noé a Canaán, Gén 9:18-29
Reflexionemos sobre Gén 9:20,21
La embriaguez de Noé, es analizada
en muchos estudios y comentario bíblicos desde varias perspectivas. Uno dice
que pecó otros que no. Varios opinan que, simplemente después de cosechar el
vino, decidió probarlo y se emborrachó, porque tras la cosecha pudo estar
físicamente, en desventaja frente a los efectos del alcohol. Podemos elucubrar
miles de explicaciones positivas o negativas sobre la actitud de Noé. Podemos
preguntarnos, por qué sembró la viña, por qué decidió beberlo, o qué tiempo ha trascurrido
desde que se secaron las aguas diluvianas, hasta que sembró. Y sobre todo
porque decidió tomar el fruto de la uva, o que fue realmente lo catado, es duda
justificada, porque hasta llegar a vino, debió pasar el proceso de
vinificación, el tiempo real de fermentación; o quizás bebió mosto, o agua y
vinagre, estados anteriores al vino. El zumo o mosto es el nombre del vino
nuevo sin crianza, sin embargo, ya está fermentado, y presenta un grado
alcohólico que ronda el 12%, por lo que es posible que haya sido este líquido,
o el vino, no pudo ser el jugo de la uva, porque este extracto no contiene
alcohol. El punto es que tomó el fruto de la viña sembrado, no se sabe cuál, y
a consecuencia de ello se embriagó, y en sus desvaríos de conciencia, —a
efecto de la intoxicación por alcohol—, se desnuda; y uno de sus hijos, Can, parece así mismo que, por el
relato bíblico y exegesis, estaría acompañado de su hijo Canaán; padre e hijo
vieron su desnudez; y a consecuencia de su deslealtad al padre, Noé los
maldijo. NO creemos que la maldad del hombre estuvo en Noé, por la embriaguez,
sino en el comportamiento malsano de Cam.
La palabra uva se origina del latín “uva”
haciendo relación a la vid, grafía procedente del latín "vitis", cuyo
significado es: “mucha vida y liana”. Con esta planta frutal el Señor Jesús se auto ejemplifica en
una metáfora, Juan 15:5-8 “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes
hacer nada”. Cuál sería el símil. Basamos
nuestro análisis en varios versos, el más destacado.
Jua 15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
El Señor Jesucristo, se
revela como Dios, —YO SOY— exclama y explica que, si permanecemos en Él, tendremos frutos, pero
también claramente dice, aquel que no de fruto será podado. Y Yahweh lo hace con
el hijo más joven de Noé, Cam, y su descendencia. Dios había predestinado de
qué rama descendería el pueblo hebreo; y es del hijo mayor de Noé, Sem, lo
revela en el Salmo 80:8-9 Desde Egipto trajiste una vid; expulsaste a las naciones, y la
plantaste. Limpiaste el terreno delante de ella, hiciste que echara raíces, y
está lleno la tierra. ¿Qué entonces?, pues, Dios excluyó por Su Santa
Voluntad a Cam y su descendencia, pero absolutamente justificado, por desobediencia
de Can y Canaán a su patriarca
Noé, la
deslealtad de
un hijo a su padre. Esta actitud es la antítesis a la del Señor Jesucristo,
quien obedeció en todo Yahweh Dios Su Padre.
Aquí
surge la pregunta. ¿Por qué Dios describe este relato preciso del “pecado”
de Noé? Creemos nosotros que el pecador, como lo señalamos, no es Noé, si no Cám y Canám. Yahweh Dios nos ha entregado esta
historia, que expone el fracaso humano, con el fin de que hagamos consciencia:
—la carne es débil—. Es ¡absoluta flaqueza!, de nuestra naturaleza.
Tanta es que, por continuidad, el pecado otra vez se derramó por el mundo
recientemente destruido. Sin embargo, Dios dio Su promesa. Tengamos fe,
confianza y esperanza.
La esclavitud, por
maldición, de la descendencia de Canaán, consta en: Gén15:13-21/ Gén10:15-20.
No obstante, no se describe la presencia, en el mundo, de las diferentes razas,
pero Hechos 17:26, instruye,
Dios creó al género humano —de un solo hombre—.
C. La bendición. Yahweh Dios bendijo a Noé y a sus
hijos, Gén 9:1
Noé bendijo a los judíos a través de su hijo Sem. A los cananitas los entregó
como siervos. Su promesa, la de Yahweh, es que también mediante Jafet nacerán y
crecerán los gentiles, es decir, todos los pueblos del mundo, y se dispersarán
por toda la tierra. Sin embargo, desde el punto de vista teológico estarán bajo
la influencia de los hermanos mayores, en este caso el pueblo hebreo y de
ellos, específicamente, quienes cree en Yahweh. La salvación del mundo fue posible porque los judíos no entendieron el mensaje del Señor Jesucristo, y la salvación de los judíos será por la fe de los gentiles en el único Dios verdadero, Yahweh. Pueden analizarlo en
Romanos capítulos, 9,10,11. Rom_9:1-33; Rom_10:1-21; Rom_11:1-36.
¿Qué pasó con su hijo Can?
La genealogía y las tierras que ocuparon los vástagos y su prole, la pueden
leer en: Gén 10: 8-20. Existieron dos herederos de sangre, trascendentes, de Noé, sin embargo, nefastos para el mundo, con influencia negativa hasta la
actualidad, emergieron como cizaña, el primero, Canaán, y el segundo, Nimrod. Del segundo trataremos en la próxima publicación.
De Canaán, hijo de Cám, provienen varios pueblos enemigos, a futuro, del pueblo
de Dios, como los, jebuseo, amorreo, guirgaseo, jivita, arquita, sinita,
arvadita, semarita y jamatita. Posteriormente, se esparció la estirpe cananea,
y ocuparon los siguientes territorios, según lo predestino Yahweh Dios. Las
zonas están descritas en Gén 10:19 La frontera de los cananeos iba desde
Sidón, en dirección de Guerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Admá y Seboín,
hasta Lesa. Los dos nombre o áreas resaltadas, fueron castigadas por Dios,
por iniquidad y desobediencia, son referencias textuales en la Biblia.
Conclusión, el pecado invadió a los seres caídos y nuevamente, la iniquidad
proliferó en la tierra a causa del hombre, representada por los descendientes
de Cám, último hijo de Noé. Insistimos no por Noé, según nuestra exegesis.
La próxima publicación reflexionaremos sobre el bisnieto de Noé: Nimrod, y su intento de construir la torre de Babel. Bendiciones hermanos, hasta la próxima publicación.
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