La maldad de los hombres.
La maldad de los hombres.
Génesis del capítulo 6 y 7
Gén 6:5 El Señor Yahweh Dios vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que todos los planes y pensamientos de su corazón eran siempre los de hacer sólo el mal.
Gén 6:6 Y se arrepintió Yahweh de haber hecho al hombre en la tierra. Le dolió mucho en el
corazón.
Gén 6:7 Y dijo el Señor: «Borraré de la faz de la
tierra al hombre que he creado, lo mismo que a las bestias, los reptiles y las
aves del cielo. ¡Me pesa haberlos hecho!»
Gén 6:8 Pero Noé halló gracia a los ojos del Señor.
Gén 6:9 Noé era un hombre justo. En sus acciones
fue perfecto, pues siempre
anduvo con Dios. Éstos fueron sus descendientes: (…)
Gén 6:17 Yo voy a traer sobre la tierra un diluvio, y destruiré a todo ser bajo el cielo en que haya
hálito de vida. ¡Todo lo que hay en la tierra morirá!
Gén 6:18 Pero contigo estableceré mi pacto, y
tú entrarás en el arca, y contigo tus hijos, tu
mujer, y las mujeres de tus hijos.
Génesis 6:5 El Señor Yahweh Dios vio que era mucha la maldad de los hombres (…)
Leyendo el verso, nos damos cuenta que la frase es explícita, los humanos desbordamos cantidad de mala intención intrínseca. Incluso las esperanzas de Dios se ven abrumadas. Yahweh sabía que el hombre acrecentaría su maldad. Tal aseveración es refrendada por varios versículos bíblicos. La reflexión incluye un Salmo, un versículo del Evangelio de Mateo y un verso de la carta a los Gálatas, de San Pablo.
Gálatas 5:19-21
Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación,
impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras,
ambición, divisiones, disensiones, rivalidades, borracheras, comilonas y cosas
semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen
tales cosas no heredarán el
Reino de Dios.
Mateo 15:19
Porque
del corazón provienen malos pensamientos,
homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias.
Salmos 14:1
El
necio ha dicho en su corazón: No hay Dios.
Se han corrompido, han cometido hechos abominables; no hay quien haga el bien.
No existen argumentos de descargo ante la acusación de Dios: —es mucha la maldad de los hombres—, ni evidencias atenuantes, tampoco pruebas circunstanciales de explicación, todas las que encontramos son hechos previsibles de las acciones del hombre, es decir, actúa conscientemente, al momento de ejecutar la malevolencia. Desde la perspectiva de Dios, de Sus enseñanzas y preceptos, respecto a la malicia del humano, quisiéramos decir que los hombres son buenos o medianamente buenos. No obstante, después de haber detectado explicaciones propias de su espíritu, o de su “ser estar” o “sí mismo”, o del entorno en el cual coexiste, no fue posible encontrar paliativos, desde la premisa Divina. Por lo que, al no disponer de razonamientos espirituales dentro de la Palabra de Dios, tampoco fue viable elaborar argumentación teológica para estructurar, sólidamente, su defensa. Romanos 3:9-20 Así dicen las Escrituras: "No hay quien no haya pecado. ¡Ni uno solo! (…). Unos dirán y nos incluimos, —pero a Noé y a su familia, Dios la vio con buenos ojos y los salvó—, es cierto. Y fueron salvo por gracia de Dios, Yahweh sabía que Noé era un hombre justo, —(…); mas, el justo por su fe vivirá (Habacuc 2:4)—. Con esta reflexión queremos decir que (en la actualidad), pese a ser pecadores, porque somos humanos, sí podríamos ser salvos; siempre y cuando creemos por fe en nuestro Dios Trino, y nos esforzamos por cumplir Sus preceptos y enseñanzas. Solo así, seremos hombres justos, y ganadores de la vida eterna, pero, no por esfuerzo humano, sino por la Gracia de Dios. Él sabrá si nos salva o no. Conclusión: las personas somos malas. Veamos otra frase de Dios, dolorosamente dirigida a su creación:
Génesis 6: 6a Y se arrepintió Yahweh de haber hecho al hombre en la tierra
Nos resistimos a Inferir el sentimiento de Dios, que pudo haber surgido por la frase del verso arriba descrito, Yahweh se arrepiente de habernos creado; terrible. El arrepentimiento de Elohim Abba se pudo acompañar de angustia, sin embargo, Dios es perfecto, no creemos que haya experimentado. Pese a que, en Génesis 6:6b diga: Le dolió mucho en el corazón. No obstante, algún sentimiento particular, propio de Dios, pudo haber tenido. Elucubremos desde la perspectiva humana; es posible que lo haya enfrentado, al ver a Sus criaturas entregadas al mal. Dios es amor y el amor es un sentimiento, mas, para Dios puede ser concepción y acepción diferente. Nosotros los seres humanos necesitamos el lenguaje y el léxico para entender lo que nos rodea o lo que está dentro de nuestro ser. De ahí la necesidad de saber qué tipo de sentimiento Dios, al ver al hombre corrompido, tuvo. ¿Sirve en la práctica tal conocimiento?, creemos que no. Así que pasamos de aquella incógnita. Será otro misterio de Dios.
Reflexión teológica espiritual. Los preceptos y enseñanzas morales de Yahweh son elevados y Divinos, para los hombres es imposible cumplir, Pablo lo dice: la ley (los 10 mandamientos) sirve para identificar el pecado, no para salvarnos. Obviamente, si los identificamos, podemos y debemos practicar, es decir, no transgredir, aun conociendo nuestras precarias posibilidades de llevarlo a cabo como seres humanos caídos. Sin embargo, la fe en Dios nos ayudará en la medida que Él la incremente. Dios recompensa nuestro esfuerzo.
Salmos 40:8 “Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío, tu ley la llevo dentro de mí”.
Gálatas 3:24 De manera que la ley (los diez mandamientos) fue nuestro pedagogo hasta Cristo, para ser justificados por la fe.
*** Cabe subrayar que, en la época de Noé, todavía no conocían los diez mandamientos, sin embargo, vemos a cinco personajes señalados en la biblia que fueron fieles a Dios: Set, Enoc, Noé, Abraham y Sem. Por qué ellos sí, y el resto no. Porque ellos cultivaron su espíritu en virtud de la fidelidad a Yahweh, es decir: perseveraron. Hebreos 11:8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
Génesis 5:24 Enoc
vivió conforme a la voluntad de Dios y luego
desapareció porque Dios se lo llevó.
Desde la caía de Adán y Eva, el hombre por él mismo
no ha podido, no puede, ni podrá recuperarse por sí solos del pecado;
necesitamos a nuestro creador, debemos tener fe que Él es nuestro Padre. No
debemos transgredir los diez mandamientos, e igualmente cumplir las enseñanzas
de Su Hijo el Señor Jesucristo y orar junto al Espíritu Santo, solo así
podremos ser favorecidos de Sus promesas.
Existen miles de páginas web cristianas, donde insisten con énfasis que el hombre es malo, perverso, menos que una cucaracha y etc., no es necesario insistir en algo que es evidente, lo vemos porque está frente a nosotros, o lo sentimos porque está dentro de nosotros, o en un ser querido. Este descomunal detalle ya lo sabemos, no necesitamos subrayar, el tema dominamos, lo engendramos, — somos malos—. Pero, también somos buenos, ¿de verdad?, ¡claro!, y es gracias a que tenemos el espíritu de Dios en nuestra alma o el alma en nuestro espíritu, como sea, solo que, en algunas personas, el espíritu de Dios está refundido en algún lugar recóndito, negándose a cumplir los preceptos y enseñanzas de Dios. Nosotros, no está de más gritar, creemos en Yahweh, nuestro Dios Trino. Pero también somos pocos espirituales (temporalmente) o reacios frente a incrementar el espíritu enclenque. No es por falta de fe, ni confianza, ni amor a Dios, mas, el espíritu de Dios, que nos da el momento de la concepción a todos los humanos, se oculta, huye de la Palabra de Dios, cuando la escucha. Por estas circunstancias o razones, es más difícil para aquellas personas, primero escuchar, luego caminar la ruta de la conversión hacia la meta de ser “buenos gentes” las 24 horas del día, y continuar, a la excelsa, de ser buenos cristianos. Somos seres buenos 23 horas con 57 minutos, y solo tres minutos o quizás menos, no transformaos en seres humanos odiosos; eso sí, luego volvemos al cauce, al sendero de Dios. Es justamente en estas personas, débiles espirituales, en las cuales nos incluimos, los que debemos perseverar en Dios con mayor ahínco, fuertemente armados con la Palabra de Dios en nuestro corazón y la biblia abierta todo el tiempo, con el Jesús en la boca como decían nuestras abuelas. No olviden, permanezcan en Dios. Mateo 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Fin del testimonio de tres integrantes, de cuatro, del staff del blog. Quién sabe, es posible que el cuarto colaborador esté mintiendo… solo Dios lo sabe… “Soy el del teclado” …
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Reflexión existencial. En filosofía existencial, la postura trascendental es que, la existencia se antepone a la esencia del ser. Esta afirmación servirá de premisa a la reflexión. Los creacionistas, creemos que la esencia, dada por Dios,es el principio fundamental de la existencia del ser humano. Nosotros existimos porque Yahweh nos creó. En cambio, el existencialismo sostiene que el ser humano origina: —su ser estar— o “sí mismo” en libertad, gracias a la existencia de él en el mundo. El existencialista se pregunta: ¿por qué estamos en este mundo?, ¿qué significado tiene la vida? Y más “por qué”. El proceso existencialista se da así: el individuo existe, su mera existencia conlleva libertad personal que, coadyuvada con la responsabilidad individual, permite elegir deliberadamente, uno o varios objetos X, con significado privativo, los mismos cimentarán valores a su ser, y el final tendrá como resultado su autodescubrimiento y el significado de la vida. Por ejemplo, si la Coca Cola, es la “chispa de la vida”, pues deben tomar Coca Cola, para gozar de la vida con chispa. Entonces, ellos, ya obtuvieron el propósito: “la chista de la vida”, y esta adquisición (lo adquirido) dará valor (de valores) a sus vidas, es decir, mientras más Coca Cola tomen, más chispa de la vida tendrán. Lo adquirido, da valores a la existencia humana. Solo que el significado, que buscan, es complejo de dilucidar o, puede ser controversial o, ambiguo y no solo para el o los que indagan, sino para su entorno. Si marcha este proceso sin contratiempos, llegarán adquirir libertad con significancia. Esta libertad adquirida podría generar angustia, porque tiene que actuar con responsabilidad, ajustados a los valores adquiridos, y si no logran manejarla, las posibilidades de verse afectado por —crisis existenciales— aumentan, y estas algunas veces, se tornan indóciles.
Esta retahíla, ¿cómo
explica la maldad del hombre? En algún momento de la prehistoria los humanos
empezaron a darse cuenta que sus congéneres son buenos o malos y generaron
valores morales y de conducta social e individual a partir de lo “bueno o
malo”. Sin embargo, quien pudo definir, en el principio, el —significado— de
bueno o malo, y donde salió la materia prima (filosofía) de la cual emergió lo
bueno y lo malo, he ahí el meollo del asunto. Si no quieres tener crisis
existenciales, solo debes creer en Dios, entrégale tú vida a Él, y Yahweh Dios
la administrará. En la biblia Dios se revela a los hombres, en ella encontrarás las respuestas a tú existencia y del mundo.
Foto. Franja de Gaza, 15.10.2023
Reflexión humanista. Existen varias corrientes, entre estas el humanismo religioso, Tomás Moro el representante más destacado. Es un movimiento sustentado en Dios, pero también en la cognición del hombre. El resto de escuelas humanistas se respaldan exclusivamente en la capacidad cognitiva, en el intelecto. Basan la idea que, la —razón de los hombres—, es el propulsor de la búsqueda de argumentos que satisfacen las necesidades, de todo tipo, afianzando la confianza absoluta en el antropocentrismo. Y para evitar influencias sobre el pensamiento, cualquier doctrina, de diversas índoles, entre ellas la fe, las apartan del proceso de práctica del humanismo. Esta teoría filosófica, igual que la anterior es respetable, no faltaba más. Pero, del mismo mal que la anterior padece. Nacen las mismas preguntas: —a partir de donde y quién, dicta los valores morales de lo bueno, y los detrimentos que ejercen las influencias de lo malo—. Mientras reflexionamos este análisis, ya ha pasado casi una semana del ataque de milicianos idealistas Palestinos a Israel (arriba la foto), y la respuesta de Israel, desmedida, a consecuencia de esta agresión; pese a ser ejemplo macabro, sirve para graficar la maldad del hombre. Aquí podemos ver el fracaso total de la ley moral de nuestra civilización. El humanismo también ha fracasado, donde está las acciones producto de pensamientos que dan por cierto y sostienen que: —los seres humanos, tienen derecho y responsabilidad de dar sentido y forma a sus vidas—. Así mismo, afirman que, “la excelsa dignidad humana, el carácter racional y de fin del hombre, que enfatiza su autonomía, su libertad y su capacidad de transformación de la historia y la sociedad”. Sin embargo, brillan por la ausencia tales productos, donde está la bondad de las buenas acciones, o lo contrario, donde están las buenas acciones producto de la bondad. Solamente logramos testificar acciones fruto del hombre que ama a Dios, porque si amas a Dios, amas al prójimo. Con certeza, igualmente, decimos que, es por demás evidente, las actitudes y acciones de las malas interpretaciones de las Santas Escrituras, tanto del Tanaj como el Corán. Dios es amor, no tolera, a los dos lados, tales atrocidades. Si negamos la humanidad de los demás estaremos perdidos, es así desde todos los puntos de vista. Entonces que nos queda, nos queda la Palabra de Dios en la Biblia, la cual revela el mensaje del Padre en el Antiguo Testamento, y a través de Su Hijo, el Señor Jesucristo, las Buenas Nuevas, más la iluminación Divina del Espíritu Santo, a quien lee los Santos Escritos. Es obvio que la exegesis bíblica también es distorsionada, de ahí tantas denominaciones, sin embargo, la diferencia es vasta frente a las dos anteriores, porque el mensaje del Señor Jesucristo en de amor, de poner la otra mejilla; entonces, a ningún cristiano en sano juico se le ocurre iniciar una guerra santa. Conclusión: si actuamos dentro de sus enseñanzas, seremos cada día menos malos, perseveremos en Yahweh.
Volviendo a la época de Noé, Yahweh Dios, toma
una santa determinación: aniquilar a humanos inicuos, solo se salvaron la
familia de Noé. Y, la fauna, que fue resguardada en el Arca. Analicemos los
versos:
Génesis 6:13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
Pero antes reflexionemos sobre la Omnisciencia, omnipotencia y omnibenevolencia de Dios.
Romanos 11:33 Qué grande es la riqueza de Dios, qué enorme su sabiduría y entendimiento. Nadie puede explicar las decisiones de Dios, ni puede entender lo que hace y cómo lo hace.
Números 23:19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. (…)
La decisión que Dios tomó debió ser tenaz (Génesis 6:13), pero necesaria dada la maldad reinante a causa de la violencia. Para nosotros, los humano, entender las determinaciones de Yahweh es difícil, lo dice claro san Pablo. Y el libro de Números, certifica que Dios, una vez tomada la providencia, no se arrepiente, porque es un ser Divino y perfecto.
Del capítulo 7, los verso 15 y 23 poner especial atención.
Gén 7:13 Ese mismo día, Noé y sus hijos Sem, Cam y Jafet entraron en el arca, junto con la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos,
Gén 7:15 En el arca
entraron, junto con Noé, y de dos en dos, todos los seres que tenían
hálito de vida
Gén 7:23 Fueron
borrados de la faz de la tierra todos los seres que la habitaban, lo mismo los hombres que las bestias, los reptiles y las aves del
cielo. Fueron borrados de la tierra, y
sólo quedaron con vida Noé y los que estaban con él en el arca.
La esperanza de más humanos salvados por gracias de Dios, aparte de Noé, su mujer y sus hijos, parecería narrar el verso 15, pero Pedro, en su epístola, desmiente a los que suponen hubo más sobrevivientes: 1 Pedro 3:20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. Y, el verso 23, nos expresa, de modo enfático, que las criaturas exterminadas por el diluvio fueron todas sobre la faz de la tierra. La lógica humana nos invita a pensar sobre los hijos de Noé, y sus mujeres y los descendientes de ellos. Si Dios los salvó, es porque eran “buenas” personas, sin embargo, no fue así. Por qué Dios permitió a hombres malos sobrevivir al diluvio. Es la historia a reflexionar en la próxima publicación. Dios los bendiga a todos.
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