El gen de Dios, VMAT2, en el impulso de maldad
El gen de Dios, en el impulso de maldad
El genoma es el
abecedario del ADN, del material genético, el epigenoma regula a ese genoma,
que abarca a su vez a los cromosomas y estos llevan dentro los genes y estos a los
alelos.
Gen VMAT2 o, gen de Dios o, gen
de la espiritualidad
Símbolo Oficial: SLC18A2 proporcionado por HGNC
También conocido
como: SVAT; SVMT; IVA2; VMAT2; PKDYS2
El genetista Dean Hamer, profesional Norte Americano del Instituto Nacional
del Cáncer, publicó en el Año 2004 el libro: El Gen de Dios. Sostiene
que, la espiritualidad está dentro del cuerpo, de la carne, en otras palabras,
de la biología del ser humano, específicamente en un gen. Hamer parte de la
base que, la espiritualidad es una de las fuerzas más activas e intensas del
ser humano, que podría ser una especie de instinto que genera satisfacción,
tanto que, es factible y se debe contrastarla con el amor o el consumo de
drogas. Debido a lo cual, correspondería ser estudiado por carreras afines como
psicología y/o psiquiatría. Este gen es conocido como VMAT2, el símbolo oficial SLC18A2 o gen de la espiritualidad.
Hamer, en búsqueda de la espiritualidad, puso especial énfasis al punto de
vista biológico, utilizó, dos premisas, una el conocimiento de la neuro
bioquímica, específicamente de las neuro trasmisores: las monoaminas y el cuestionario ITC de valoración psicológica. Así sopeso el estado de
ánimo (ITC), en un lado de la balanza; y en el otro extremo, el gen.
VMAT2 (gen
SLC18A2) es un gen transpodor de monoamina. Traslada
neurotransmisores de monoamina desde las vesículas pre sináptica hasta ser
entregados en los receptores post sinápticos. Las monoaminas constituyen un grupo importante de neurotransmisores en el
sistema nervioso central SNC, son las sustancias químicas que utilizan las
neuronas o células nerviosas para pasar información de una a otra atreves de la
sinapsis neuronal (puente virtual). Estas monoaminas están divididas en dos grupos: las catecolaminas (dopamina, noradrenalina y adrenalina) y las indolaminas (serotonina, GABA y melatonina) las mismas que ejerce total influencia en
el estado anímico o afectivo del ser humano, pero también en el pensamiento, comportamiento, actividad física, dolor y vigilia. Hamer
dedujo que los genes relacionados con las monoaminas son los que podrían estar
implicados en la espiritualidad. Y, la segunda premisa radicó en apoyarse de la
hipótesis del psiquiatra genetista David Cummings quien sustentaba que un grupo
de genes estarían involucrados en variaciones de la conducta, tanto negativa
como positiva. Mediante el estudio emocional del
cuestionario ITC que mide actitudes de trascendencia y la investigación del
gen en la intervención del transporte de monoaminas. Sirvieron los dos
elementos para “descubrir” el gen de la espiritualidad (según él) o VMAT2. Para
el ensayo: símbolo oficial: SLC18A2.
Graf. #1. Los neurotransmisores se trasladan, entre otras componentes, por acción de gen VMAT2. Se traspasan desde el terminal presináptico, a los receptores postsinápticos. Un neurotransmisor trasportado puede ser, p.je., la dopamina.
La función del VMAT2 (gen SLC18A2) es recopilar aminas para una de las
proteínas que tienen a su vez por misión trasportar las
diferentes monoaminas entre las neuronas. Los otros genes examinados servían,
por ejemplo, para ser receptores de una dopamina, o transportadores de la
serotonina, etc., el VMAT2 mueve todas las monoaminas de modo sincrónico. Así
Hamer pudo evidenciar que había dos variedades genéticas, o alelos, del VMAT2
en una posición específica del gen. Los portadores de homocigosis (dos copias
del Alelo espiritual o VMAT2 iguales) y los portadores de heterocigosis (una
copia del alelo VMAT2 “espiritual” y otro
alelo no espiritual). El primero, homocigoto, revelaban niveles altos de
autotrascendencia o espiritualidad porque tiene un gen dominante. El otro, heterocigoto,
menor actividad, porque su gen es recesivo. De esta manera evaluó por test de
gradación la expresión de los genotipos y fenotipos espirituales o de
trascendencia. Al final de su estudio científico concluye Hamer que la
espiritualidad básicamente es genética.
Graf. #2 Este diseño representar al mismo sujeto homocigota (dominante) del gen VMAT2, en los dos extremos del dibujo.
Acción indirecta… No es el gen quien determina la espiritualidad. Su función es: trasportar
monoaminas y evitar sean destruidas. Mas, no es la espiritualidad. Pero si es importante porque el gen y las
monoaminas, intervienen en el estado de ánimo de las
personas, facilita el
talante o la predisposición anímica al diario vivir y también claro a evitar o
intervenir en caso donde el estrés perjudique. Por ejemplo, un estado sosegado
durante un acto religioso en el cual estamos en comunión con nuestro Creador,
pues todas las monoaminas van a trabajar en armonía, porque los neuro
trasmisores neuromoduladores, están haciendo su trabajo en óptimas condiciones,
como resultado estaremos eutímicos, es decir con un buen estado de ánimo. Lo
contrario podría acarrear euforia (drogas estimulantes, p ej., cocaína) o
depresión en caso de enfermedad o reactiva a un evento trágico. Claro está que si
intervienen en un estado sosegado o de calma o la antítesis. Pero no es el gen VMAT2 es el que provee por sí mismo, el grado de espiritualidad.
Conclusión: el gen VMAT2, interviene con en el propósito de conservar nuestro
estado de ánimo normal, mediante la tarea de trasporte de aminas.
*** Neurotransmisores excitatorios: ESTADO DE ÁNIMO NORMAL
Glutamato (Glu), Acetilcolina
(ACh), Histamina, Dopamina (DA), Norepinefrina (NE); también conocida como
noradrenalina (NAd), Epinefrina (Epi); también conocida como adrenalina (Ad).
*** Neurotransmisores inhibitorios: ESTADO DE ÁNIMO NORMAL
Ácido gamma-aminobutírico (GABA),
Serotonina (5-HT), Dopamina (DA).
*** Neuromoduladores: ESTADO DE ÁNIMO NORMAL
Dopamina (DA), Serotonina (5-HT),
Acetilcolina (ACh), Histamina, Norepinefrina (NE).
Los neurotransmisores, por ejemplo, del núcleo accumbens, activan los loci
atencionales frontales, vinculados a la atención, y los loci corticales
prefrontales ventromediales, asociados a la toma de decisiones. Estas son las
mismas secciones del cerebro que instigan la liberación de dopamina durante el
consumo de drogas, lo que permite la adicción. Estos y el sistema de recompensa
en general, están asociados con los desencadenantes adictivos que le dicen al
cerebro que el amor y el consumo de drogas son placenteros y deben repetirse
una y otra vez. También el incremento de ellas en el sistema límbico, modula la
emoción, así mismo se ha evaluado durante la oración. Que interviene en el
estado de ánimo o área afectiva, es indubitable, no obstante, no es el VMAT2 quien nos da el grado de espiritualidad.
La ciencia biomolecular descubrió el gen VMAT2, y afirma que su presencia
determina bilógicamente si un ser humano va ser espiritual, muy espiritual o
poco espiritual, él sería nuestra respuesta a aceptar o no la creencia en un
dios y a tener o mantener una visión de trascendencia del hombre en el mundo. Sin
embargo, su función es indirecta como lo hemos señalado. Su hallazgo es
reconocido por la comunidad científica como real, muy pocos discrepan
(evolucionistas) y sirve así mismo para establecer un —grado de espiritualidad
desde el punto de vista biológico, tangible y material—. El científico defiende
la función del gen que permite ver al mundo de una manera auto trascendente,
más amplia, atomizada, personal y sustancial. Incluso afirma que la
espiritualidad está separada de la personalidad; sin legar a explicar su conformación
o su desempeño funcional. Definitivamente, como revisamos, no es el gen VMAT2 quién
nos dará el grado de espiritualidad, pero sí nos ayudará a mantener nuestro
estado de ánimo dentro de lo normal. Ahora, porque enfatizan los científicos,
algunos no todos, que el VMAT2 es el gen de Dios, pues por muchos motivos,
desde el científico permitido por la evolución o por dogma científico extremo o
fanático. Sin embargo, un buen científico nunca da por hecho que, lo
descubierto es lo último por descubrir; no, él debe continuar su investigación
hasta el “infinito”, es decir, hasta que otro tome la posta en la investigación
y continúe. Jamás la ciencia se debe detener. Sabiduría 8:4,7
Dean Hamer señala con agudeza que, espiritualidad y religiosidad son dos
cosas distintas, cada una con valores diferentes, y que ciertamente, si bien
puede admitirse una base biológica para la conducta espiritual no puede
afirmarse que es exclusiva. De forma concluyente afirma que la religiosidad por
naturaleza sociocultural es un constructo, que las religiones tienen que ver con la cultura, las tradiciones, las
creencias y las ideas. Y cita a Richard Dawkins que a su vez sostiene que los memes son elementos teóricos de afirmación
cultural que se transmiten de un individuo a otro, o de una mente a otra… en
este caso la religión. Definitivamente es así, Dios es el creador de todo lo
visible e invisible Apocalipsis 4:11. Solo que Hamer y Dawkins lo enfocan desde la perspectiva evolucionista.
Nosotros afirmamos que Dios creó todo, sin embargo, el humano “creó” las
religiones en busca de autocontrol y satisfacción espiritual y la ha estructurado
de tal modo que las puedan entender y sobre todo ponerlas en práctica mediante
doctrinas, dogmas, normas y leyes. No obstante, también para confundir, manipular
y aprovechar. Dios es Dios y las religiones son otra cosa, son instituciones de
inspiración humana basadas en la Divinidad, pero no son la Divinidad. Hebreos 3:4
El título gen de Dios o de la espiritualidad (VMAT2) es controversial,
especialmente entre creyentes. Cae en discusión porque creemos que la
espiritualidad está fuera de lo “carnal” o biológico. Lo espiritual es
intangible y en este caso (según Hamer) está dentro de un gen: el VMAT2. Para
el creyente la espiritualidad es un ente aparte de la “carne”, creemos que el
primero (espiritualidad) y el segundo (VMAT2), tienen poca influencia entre sí.
Todos los creyentes sabemos que Dios es un ser espiritual único. Nuestro
espíritu es dado por Dios. Sí que participa en lo biológico, pero no está en un
gen. ¿La estructura genética de la espiritualidad determina la conducta? Por sí
sola no. Es una variable más, importante sí es. Hemos revisado, sociedad,
familia, personalidad, biología, naturaleza, genética y todas ellas intervienen
en el impulso de maldad, no actúa una sola variable, es multifactorial. Génesis 2:17
A mayor alelo del VMAT2 gen (cantidad): mayor espiritualidad; lo contrario,
menor alelo: menor espiritualidad. Estos enunciados orientan a palpar qué hay personas
que sobresaldrían en los extremos cuantitativos del alelo, pero no como
espirituales, sí como actitud serena o alterada, cualitativamente hablando. La
Prolepsis de Yahweh, determinó la creación del hombre; “hombre y mujer
los creo” Génesis 1:27, y de la misma forma creo el VMAT2 en Adán. Lo dotó de
la cantidad de gen VMAT2 al genoma según Su voluntad. ¿Cómo
llegamos a esta conclusión? Porque el “pecado” no es mácula, no es mancha
indeleble, es una incorrección humana, por lo cual Dios puede revertir la
incorrección y encausar al pecador a una vida cristiana y llevarnos a la vida
eterna. La Sagrada Biblia ofrece ese resarcimiento, Dios se revela en ella.
¿La naturaleza evoluciona al Azar? ¿El humano evoluciona al azar? Hemos mencionamos:
evolución. Es pertinente hablar de evolución, hay variantes evolutivas dignas
de estudiar; describiremos las relevantes someramente y relacionadas al ensayo. 1Timoteo 2:4. La próxima semana analizaremos evolución e impulso
de maldad.
https://www.lifeder.com/fenotipo/
https://www.geneticlifehacks.com/vmat2-gene-the-god-gene-and-neurotransmitters/
https://www.nature.com/articles/ng1204-1241
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