La mente y su influencia en el impulso de maldad

 


III.-    Biología humana, sinónimo de carne o naturaleza pecaminosa.

a.           Mente

No pretendemos escribir un resumen didáctico de la mente, ni del cerebro, su receptáculo. La intención es describir la función práctica de la mente, según como la entendemos, influenciado eso sí, siempre y dentro del Determinismo Pragmático = DP.

Es nuestro cerebro a través de la mente el que crea, controla y reglamenta pensamientos, deseos, emociones, recuerdos, evoca ideas que generarán, finalmente, el comportamiento personal según el entorno en su todo en cualquier circunstancia. Esto sucede a consecuencia de acciones específicas del cerebro. Así sostienen los neurocientíficos.

La retina y porciones delimitadas de segmentos posteriores del cerebro, denominada corteza visual u occipital: sirven para ver el mundo circundante. También actividades dispuestas de partes definidas de las cortezas parietal, motora y prefrontal son necesarias para entonar la guitarra, por ejemplo. Para todas las actividades que hacemos, sentimos o pensamos o actuamos, necesitaremos segmentos delimitados del cerebro. El ensayo sostiene que, todo el proceso de elegir y decidir lo que uno quiere hacer depende de la integridad de los componentes cerebrales o masa encefálica, sean estos: líquidos, sólidos o los intangibles: espíritu-alma y área psicológica.

Parte de la actividad cerebral sucede de manera subconsciente. Para que una imagen sea visual y se haga consciente, el proceso cerebral debe llegar al segmento cerebral que se encuentra más cerca de la cara, hablamos del lóbulo prefrontal. Es decir, de atrás hacia adelante, y toma su tiempo en arribar, y si las imágenes son muy rápidas algunas no llegarán al lóbulo prefrontal, sin embargo, nosotros tenemos sensaciones que dan la impresión que hemos visto todo; a esto nos referimos como un acto subconsciente. A lo que logrado ver, los suplimos con recuerdos o pensamientos inventados. Ese procesamiento subconsciente ocurre, en todo instante, cuando tratamos de zanjar qué hacer en la cotidianidad, desde elegir cine, comida rápida, manejar, e incluso decidir nuestro futuro, o definir si queremos estudiar medicina, leyes, política exterior, etc. Las actividades diarias se mantienen dinámicas y en funcionamiento cuando estamos despiertos, gracias a segmentos específicos de áreas parieto-occipital y de la corteza temporal anterosuperior. Es cierto que el estado consciente está en continuo cambio en el trascurso del día o de la noche, según la actividad laboral del sujeto, también cuando descansamos, procrastinamos o dormimos. Sea lo que fuere que hagamos, la actividad cerebral se traslada de un lugar a otro dentro del cerebro por las redes cerebrales. Por consiguiente, decir que nuestro cerebro actúa por sí solo es negar la verdad fundamental del hombre, este actúa influenciado por el entorno y su sí mismo. El humano, obra, amparado en el determinismo pragmático, mismo administrado por el libre albedrío. Así, y no de otra forma, el hombre actúa. Somos seres vivientes producto de causas internas y externas que nos transportan a buscar y comprender el mundo circundante y el sí mismos. Dios siempre espera que nuestros actos sean consecuencia de sus enseñanzas, sin embargo, debido a que el hombre es un ser caído por libre determinación, es difícil, buenas acciones concurran a menudo, una que otra puede suceder, pero no todo un siempre. 1 Corintios 1:19

Inteligencia artificial: ¿es por sí misma, mente?, ¿piensa?, ¿discierne?, ¿evoluciona?, son preguntas pertinentes en tiempos de gran repunte de la tecnología.   Link:  ¿Qué es la inteligencia artificial? | Microsoft Azure. Inteligencia artificial: Programa de computación diseñado por algoritmos para realizar determinadas operaciones que se consideran propias de la inteligencia humana, como el autoaprendizaje (Definiciones de Oxford Lenguajes). Ya no es ciencia ficción, es una realidad. Casi todos los seres humanos en el mundo poseen un teléfono inteligente (Smart Font). Cuando escribimos en el teclado digital (touche) y configurado en modo predictivo “el teclado experimenta” de la forma de escribir de cada uno de nosotros cuando ciframos una determinada variante del idioma, en este caso del español, la variante individual se estructura por factores como, costumbre, cultura o instrucción, la repetición al escribir una frase, p. ej., saludar a los amigos como: “hola chicos”, mientras más usas más amaestrado es el teclado predictivo, a futuro el solo poner la primera o segunda letra al instante el teclado sugiere la palabra a escribir… ¡Para qué te cuento si tú lo sabes!, ¡eso es inteligencia artificial!. Podríamos decir entonces que el teléfono piensa: ¡no, claro que no!. Solamente los humanos tenemos mente y pensamos. Lo que el teléfono hace es ejecutar una orden predeterminada por el humano usando algoritmos previamente digitalizados y listos para usar, de esta forma el teclado se “adelanta” a lo que quisieras escribir porque se ha “amaestrado”, por mecanismo matemático de tu variante de comunicación escrita, debido al uso frecuente del teclado. 1. Santiago 3:17

Aunque lo animalistas traten de convencernos de que los animales piensan, esto no es así. Por más que aleguen que los gatos al dar vueltas entre las piernas significan: pedir comida porque lo “piensan”, es inexacto, a este comportamiento se lo conoce como: reflejo condicionado (Iván Pavlov), el: “dame de comer” es generado por al instinto de conservación del gato. No existe otra forma de entender la acción de estos felinos domésticos u comportamientos símiles de otros animales, pidiendo o haciendo malabares por instinto. Solamente los humanos pensamos, y no todos como Dios manda. 2. Romanos 12:2

Filosofía de la mente. Tampoco entraremos en detalles filosóficos a considerar la mente, aun así, haremos exiguas aclaraciones sobre el tema. Por favor consulte enlace: Philosophica: Enciclopedia filosófica on line — Voz: Filosofía de la mente. Esta página web y otras del igual estilo, especialista en filosofía afirman lo siguiente: En un sentido fenomenológico “popular” (conocimiento ordinario), plenamente válido, suele entenderse por alma o espíritu la interioridad humana, objeto de experiencia psíquica, en la que se contienen y advierten nuestros pensamientos, afectos, propósitos voluntarios y sobre todo la auto experiencia de la propia persona o yo.

Qué les parece. Demos gracias a la página por decir “plenamente válido”, por supuesto que es válido, porque es práctico, galimatías no definen al docto. Claramente, vemos en el párrafo anterior que el ensayo difiere en esta acepción filosófica. El espíritu-alma es vida— y el medio de comunicación con Dios y el mundo, junto con el Libre albedrío, engloban los componentes del determinismo pragmático (DP). Continúa la página web: “Hay dimensiones del psiquismo que de suyo no son conscientes directamente, es decir, no son experimentables como tales, aunque sean reales. Así son los hábitos, las virtudes, las inclinaciones, las capacidades, las potencias: por ejemplo, podemos “saber” que sabemos inglés (“somos conscientes de que sabemos inglés”), pero no lo advertimos ni “experimentamos”, así como, en cambio, experimentamos que amamos, pensamos o existimos.” En lenguaje cool: —¿Wath?… — disculpen; soporten mi ejemplo: cuando hablo en inglés con un nativo de esa lengua, él experimenta y se nota, —advertimos—, en su cara el esfuerzo (experimenta) por entenderme y, yo siento e intento el esmero por pronunciar correctamente (en especial frases idiomática); en este ejercicio, los interlocutores experimentamos el “sentir” de cada uno, por lo tanto, la aseveración de esas páginas especialista en filosofía y sobre el tema específico, no coincide con el propósito de Dios para el humano. Sigamos. De rato en rato debemos ordenar la mente, volver donde estábamos “actualizar”, a permanecer dentro del DP, y no caer en la tentación del diablo. Las viejas y malas costumbres hay que olvidarlas y con profusión, estas llevan a holgazanear, descuido que podría a modo de consecuencia, transformarnos en fácilmente influenciables. 3. Santiago 1:5

Obviamente, para experimentar debemos estar conscientes del mundo sobre nuestra realidad, debemos estar: despiertos, o sea: no dormidos, ni somnolientos, ni distraídos, ni obnubilados (confundidos), ni aletargados, ni en coma, en definitiva: lúcidos. Los que acabamos de enumerar son niveles biológicos de consciencia. El único nivel de consciencia que nos da plenos poderes para darnos cuentas de qué media en el entorno donde nos desenvolvemos es encontrarse despejados, o conscientes, o despabilados, o lo que es lo mismo: vivos y despiertos. Debemos permanecer libres de factores que nublen nuestras sensopercepciones, p. ej., el coma, es un estado de total inconsciencia que puede ser producto de una enfermedad o inducido por la ciencia para lograr un objetivo, generalmente recuperar la salud. En el extremo, p. ej., embriaguez, la consciencia en este momento se encuentra en estado confusional. Pero si estamos despiertos y no intoxicados, nuestra consciencia nos permitirá: sentir, advertir y no solo el exterior, sino también: que sucede dentro del sí mismo.
Los niveles de consciencia psicológicos no son decisivos para este ensayo; no obstante, señalaremos pequeñas referencias: Obnubilación significa: atontado, aturdido u opacificado, p. ej., cuando nos enamoramos percibimos a él o ella, en todo sentido perfecto/a. Pero, nuestros padres o los vecinos que no están enamorados de ella/el, ven (claramente) imperfecciones en el —estilo— de la persona y pueden, creer o no, apropiados para los cándidos enamorados. También podemos mencionar del mismo modo al estrés, cansancio mental, emociones fuertes y abruptas. La obnubilación de conciencia no permite percibir visiblemente lo que sucede. Los indicados son estados temporales. El otro nivel de consciencia psicológica es: no darse cuenta del “sí mismo” o del “ser estar en el mundo”, este nivel de consciencia es pérdida de la salud mental y no viene al tema.
Conclusiones del corte. Se podría definir la mente, como el origen del pensamiento, discernimiento, análisis, síntesis, reflexión y evocación, desde varios puntos de vista: filosófico, filosófico-metafísico, psicológico, neurobiológico y espiritual. Como ven, hay muchos factores que tratan de ilustrar; sin embargo, existe un solo —ser— que lo define. Dios nuestro creador. Los creyentes tenemos una verdad absoluta: Dios lo creó todo, Colosenses 1:16; en virtud de ello, a partir de este punto, cuando tratemos de la mente, su enfoque será desde la perspectiva espiritual, sin apartar la ciencia.

 

 

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